Un fallo contra el semáforo espía origina demandas en Burgos

F.L.D.
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El juez alude a la nula señalización del 'foto rojo', algo de lo que adolecen los seis de la capital

En la avenida de la Paz hay dos, uno por cada sentido. - Foto: Christian Castrillo

Suele ocurrir que cuando un ciudadano decide pelear en los tribunales contra la administración y gana abre la puerta a que otros sigan sus pasos. Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Valladolid dio la razón a una conductora que denunció al Ayuntamiento por considerar irregular una multa que le puso el semáforo espía, que fotografía cuando un vehículo rebasa la fase roja. No es la primera en este sentido, por lo que crea jurisprudencia y, a tenor de las cuestiones sobre los que se sustenta el fallo, no es de extrañar que dentro de poco veamos que un burgalés le ha ganado la batalla al Consistorio, que cuenta con seis dispositivos de este tipo repartidos por la ciudad.

Y es que el magistrado dice claramente que las imágenes del semáforo vallisoletano no prueban de manera fehaciente la infracción porque no son sometidas a ningún control metrológico. En el caso de Burgos, la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, explica que el sistema del ‘foto rojo’ es "un vídeo del que se sacan tres fotogramas del antes, durante y después de que un vehículo rebase el regulador", de manera que, asegura, "hay una garantía legal" del dispositivo. 

Más cuestionable es, sin embargo, el cumplimiento de los semáforos espía de Burgos en cuanto a la otra pata sobre la que se sustenta el fallo. El juez cree que los ‘foto rojos’ no están debidamente señalizados, algo que le "choca", pues el Ayuntamiento de Valladolid sí que ha colocado carteles informativos en el caso de los radares de velocidad, lo que da a entender que "los ha instalado con intención de sancionar". 

El ubicado en la avenida del Arlanzón es el más ‘multón’ de la ciudad porque es el único fijo.El ubicado en la avenida del Arlanzón es el más ‘multón’ de la ciudad porque es el único fijo. - Foto: Christian Castrillo

Solo hace falta recorrer los seis postes de la ciudad para cerciorarse de que no hay ninguna señal que informe de la presencia de cámaras en los reguladores de tráfico. Es más, en la mayoría de los casos ni siquiera están visibles para los conductores, por ejemplo el de la avenida del Arlanzón o la calle Vitoria, los cuáles están tapados por los árboles. También el que hay en la avenida de La Paz, antes de la glorieta Bilbao.

El resto están colocados en la avenida del Cid, otro en la calle Vitoria y otro en la avenida de La Paz. El año pasado, los semáforos espías de Burgos ‘cazaron’ a más de 2.000 vehículos que se saltaron la fase roja. El de la avenida del Arlanzón fue el que acumuló el 70% de las multas, ya que se trata del único que es fijo al ser un lugar conflictivo en caso de infracción, pues confluye con la entrada a la Autovía de Ronda. En el resto, el dispositivo va rotando. Las denuncias han ido en aumento desde que el Ayuntamiento los instalara hace aproximadamente 9 años. La sanción es de 200 euros y también conlleva la pérdida de cuatro puntos del carné.