La Policía Nacional sigue investigando los hechos relativos a la desaparición de una niña de 9 años durante 14 horas entre la tarde del domingo y la mañana del lunes. Un caso que está en el Juzgado 2 de Miranda bajo secreto sumarial y en el que se han dado algunos avances. Así, la Policía Nacional ha detenido a dos personas más, que se unen a la detención de J.G.M, de 49 años, el hombre en cuyo piso estuvo la niña retenida y maniatada hasta que la liberó por la mañana.
Las nuevas detenciones son las de dos mujeres cuyas iniciales y edad la Policía no ha facilitado, pero que se considera que pudieron ser partícipes en los hechos. Las detenciones, explican fuentes policiales, se han realizado ya que ambas mujeres «aparecen mencionadas en las declaraciones de varios testigos y familiares de la menor».
Se cree que una de ellas podría ser la mujer con la que según varios testigos se vio a la niña en la tarde del domingo, poco después de que la menor saliera de casa. De hecho se la vio por la zona en la que vive la niña, la calle Santa Lucía, a muy pocos metros de la vivienda de la calle Ciudad de Toledo en la que estuvo retenida y en la que vive el hombre detenido. Por ello se entiende que esta mujer podría haber sido la que trasladó a la niña hasta el domicilio.
«Por el momento se desconoce cuál ha podido ser el móvil de este suceso y el grado exacto de participación de las personas detenidas», indican fuentes policiales.
No obstante, las diligencias judiciales están en pleno proceso, en un caso que la propia Policía Nacional ha definido ya como detención ilegal, aparcando el delito de secuestro del que se habló en un primer momento. Esto apuntaría a que por el momento no ha quedado acreditado que el hombre que la retuvo en casa ni ninguna de las dos mujeres detenidas exigieran alguna condición para ponerla en libertad, lo que marca la diferencia entre detención y secuestro.
En base a ello, las penas que en el Código Penal se contemplan para las detenciones ilegales se mueven entre los 4 y los 6 años de prisión, si bien se incluyen algunos posibles atenuantes y agravantes. En el primer caso se contempla la aplicación de una pena inferior en grado en caso de que la detenida ilegalmente sea liberada en los tres primeros días. En el caso contrario, y al tratarse la víctima de una menor de edad, el articulado recoge la posibilidad de aplicar la pena en su mitad superior, lo que sería un mínimo de 5 años de cárcel. A ello habría que añadir otros posibles delitos cometidos contra la niña y otros, que podrían elevar exponencialmente la pena.
«Sin lesiones». No obstante, la Policía Nacional quiso ayer mismo apuntar a través de un comunicado que la niña se encuentra «en perfecto estado de salud, sin que sufriera lesiones de entidad durante el tiempo que estuvo privada de libertad ni fuese sometida a ningún daño», se detalla desde la Comisaría mirandesa.