Los Bomberos de Burgos han tenido una tarde de miércoles muy ajetreada para intentar abordar todas las llamadas de emergencia que han recibido desde que empezó a diluviar sobre la capital. Algunas calles del casco histórico se han convertido en auténticos ríos en apenas minutos y los sumideros no daban abasto para recoger la ingente cantidad de agua que corría por ellas. 

La intensidad de la lluvia ha provocado que varios comercios se inundaran, hasta el punto que alguno de ellos, como el Palacio de Los Blasones, en la calle Fernán González, haya tenido que suspender su actividad esta jornada debido a que se le ha anegado la cocina. 

(El vídeo muestra los efectos del chaparrón en los bajos de Talleres Pardo, en la calle Madrid).