Tras sólo seis meses desde la entrada en vigor de la nueva ley de tráfico, el endurecimiento de las sanciones por utilizar el móvil al volante parecía que daba sus frutos en la provincia. Las multas se redujeron tras años de subidas y resultaba evidente que la nueva normativa había resultado disuasoria. En la Jefatura Provincial, todo hay que decirlo, no lanzaron las campanas al vuelo y se mantuvieron muy cautos. Y a la vista de las estadísticas de denuncias registradas en 2023 hicieron bien. Porque nuevamente hubo un incremento de sanciones en un ejercicio en el que más de la mitad de las muertes en carretera fueron por distracciones.
«Estamos preocupados. No entendemos cómo algunos conductores no se dan cuenta de que no se puede hacer caso del móvil mientras se está al volante. Ni siquiera en un semáforo», reconoce el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, quien lamenta que ni siquiera el endurecimiento de las sanciones haya conseguido, ya no reducir, sino al menos frenar el incremento de este tipo de conductas. Según los datos facilitados por la sede de la calle Segovia, se pasaron de 1.224 a 1.492, lo que supone una subida del 21%.
Porque en marzo se cumplirán dos años de la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, que entre otras cosas se centra precisamente en las distracciones. En concreto, en todas las que tienen que ver con el uso de dispositivos. La multa económica se mantiene igual, 200 euros, que en caso de pagar al instante se queda en la mitad. La detracción de puntos, sin embargo, pasó de tres a seis. Teniendo esto en cuenta, cabe resaltar que esta infracción ha derivado en la pérdida de 8.952 puntos en tan sólo un año, una de las causas más habituales.
A juicio de Galán, estos datos demuestran que no sólo vale con endurecer las sanciones, sino que debe surgir una conciencia social como anteriormente ocurrió con el uso cinturón de seguridad (infracción que curiosamente este año también se incrementó) o con la somnolencia. «Hay que seguir insistiendo en los mensajes de concienciación. Dejar claro que si perdemos de vista un segundo la carretera podemos sufrir un accidente grave. Y que ningún Whatsapp es tan importante como para distraernos», insiste.
La preocupación se incrementa cuando las cifras de siniestralidad siguen siendo preocupantes. Y es que de los 17 accidentes mortales en las carreteras burgalesas el pasado año, nueve tuvieron como causa principal la distracción. Hay que tener en cuenta que el uso del móvil o de otros dispositivos es precisamente lo que más quita atención de la carretera.
El último año también se produjo un espectacular crecimiento de las multas por consumo de alcohol y, sobre todo, drogas. Estas últimas se duplicaron con respecto a 2022, lo cual también ha generado cierta inquietud en el seno de la Jefatura Provincial de Tráfico, que estará aún más alerta.