La Junta negocia ampliar Talgo en suelo mirandés

P.C.P. / Burgos
-

La compañía precisa ampliar la planta alavesa de Rivabellosa para el ensamblado de los trenes que construye y disponer de zonas de almacenamiento y playas de vías en las que realizar pruebas, que podría ser en Ircio

La planta de Talgo en Rivabellosa tras la ampliación realizada por Inbisa en 2014.

La Junta de Castilla y León negocia con Talgo su implantación en una gran parcela del polígono de Ircio para ampliar la planta de Rivabellosa, en territorio alavés pero pegada a Miranda de Ebro, donde se fabrican buena parte de los trenes de la firma española que después viajan por todo el mundo. La compañía necesita espacio para el ensamblado de convoyes, pero también para las fases de pruebas y de almacenamiento hasta la entrega.

El Gobierno regional ha considerado importante centrarse en atraer a esta prestigiosa industria del sector ferroviario, con 2.500 personas en plantilla, a Castilla y León y a Burgos por el positivo impacto en el empleo que tendrá su implantación en Miranda de Ebro, pero también en la economía y las arcas municipales, vía impuestos. Además, contribuirá a la diversificación de la actividad industrial de la ciudad, para compensar el enorme peso que el sector logístico ha adquirido en los últimos años, gracias a la llegada de empresas como Aldi y Seur, también atraídas por al competitividad del suelo industrial ofrecido por la Junta en Ircio.

La operación de venta de los terrenos a Talgo se había enfriado tras el anuncio en marzo de la OPA del grupo húngaro de inversores Ganz Mavag, pero ha recuperado todo el sentido tras el veto delGobierno español a esta operación y la entrada en escena del grupo vasco Sidenor, que ha hecho público su interés por adquirir el 100% de las acciones del fabricante de trenes o al menos una parte de ellas.

En la factoría de Rivabellosa trabajan actualmente unas 700 personas, además de generar otros 5.000 empleos indirectos en empresas del entorno. Buena parte de la plantilla procede de Miranda de Ebro, donde Talgo se siente como una empresa de la casa y como tales se siguen todos sus movimientos. Dada la actual cartera de pedidos, esas instalaciones necesitan ampliar no solo el espacio sino también sus capacidades operativas y disponer de hangares de almacenamiento en el que custodiar los encargos hasta su entrega.

También ha detectado el fabricante español la necesidad de contar con playas de vías para realizar las pruebas de circulación previas a esas entregas y que hasta ahora obligan a desplazar los convoyes cientos de kilómetros para encontrar vías fuera de servicio pero en condiciones adecuadas para la circulación ferroviaria.Se han llegado a realizar en Extremadura, lo que conlleva una complejidad logística que se reduciría a la mínima expresión con su implantación en Ircio.

(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)