Aunque no lo crea, el catedrático de la Universidad de Burgos René Jesús Payo no ha sido pregonero de San Lesmes. Probablemente sea de los pocos acontecimientos culturales burgaleses en los que el historiador no haya sido escogido como orador. Pero eso se va a solucionar este año. La Hermandad Adelmus lo ha elegido para dar la bienvenida a las fiestas del patrón de la ciudad, que tiene sus días grandes el último fin de semana de enero.
«Ya le tocaba -bromea el presidente de Adelmus, Eduardo Francés, mientras elogia en serio la figura del director de la Institución Fernán González-. René Jesús Payo es experto en historia y en arte, y sobre todo en la historia de Burgos. Es, probablemente, la persona que mejor conoce y más ha recorrido la provincia, de la que es Cronista. Ya su tesis doctoral era un repaso a los retablos burgaleses...», presume.
El profesor de la UBU no ha podido rechazar la invitación a pesar de que tiene un mes de enero muy ocupado con la inauguración el día 23 de la exposición sobre los Machado. Y aunque aún no se ha puesto a escribir el pregón -lo hará este fin de semana-, avanza que se centrará en el carácter internacional y la apertura a Europa que supuso la figura de San Lesmes, de la que por otro lado reconoce que «se ha dicho y contado todo». «Me fijaré sobre todo en su papel como elemento de internacionalización de Castilla y de los reyes castellanos del norte de España», añade.
El pregón tendrá lugar el viernes 24, justo un día después de que se abra la muestra machadiana, y como siempre, se realizará en el interior de la iglesia de San Lesmes. El templo donde se custodia el sepulcro del patrón de la ciudad recibirá ese día a las autoridades, los fieles y el propio pregonero con una imagen renovada, gracias a la restauración del retablo churrigueresco de La Milagrosa, del siglo XVIII, situado a la izquierda del altar mayor, junto a las figuras orantes de Cristóbal de Haro y Catalina de Ayala.
La intervención, que ha consistido en la limpieza y consolidación de la policromía de sus elementos, incluidos tres óleos de san Joaquín, santa Ana y unos ángeles músicos, la ha realizado la empresa Heritage y ha sido sufragada por la parroquia en colaboración con la Asociación de la Medalla Milagrosa. El importe de las obras ha ascendido a algo más de 41.700 euros.
«En la restauración han salido tonos que no nos esperábamos. El lugar del fondo verde que preveíamos, el retablo es azul», explica Miguel Ángel Gutiérrez, de la empresa conservadora. Los cuadros, por otro lado, estaban muy afectados por la oxidación, presentaban desgarros y roturas, alteraciones cromáticas por la humedad y con los lienzos destensados. La rehabilitación, además, ha permitido conocer que el retablo estaba ubicado «sobre una especie de arco, que probablemente sujetara un enterramiento que pudo eliminarse al construir el altar».
El retablo contaba en el centro con una imagen de la Milagrosa, que se colocó en 1960 cuando la Cofradía de Nuestra Señora de Belén y San Julián cedió el altar a la Asociación de la Medalla Milagrosa. Tras la restauración la talla no se ha colocado en ese emplazamiento porque tapa el sagrario. Pero para seguir contando con ella los fieles le han habilitado una peana.
La iglesia y su restauración volverán a ser protagonistas el domingo 26, el día más popular de las fiestas, cuando la Federación de Peñas y Sociedades de San Lesmes organiza tras la misa el tradicional reparto de pinchos en la plaza de San Juan. Pero el programa empieza antes, mañana concretamente, con un espectáculo infantil en la Biblioteca Pública.Y se extiende hasta el 26 de febrero cuando concluye la muestra Paisajes burgaleses con vino.