El arreglo del hundimiento de parte de la avenida Reyes Católicos es una de las obras de mayor envergadura a las que se enfrentará la ciudad en los próximos meses. Al tratarse de una de las principales vías de comunicación de la ciudad existía el temor a que tuviera que ser cortada en diferentes fases para reparar las deficiencias que arrastra desde hace años.
Sin embargo, desde la unión temporal de empresas que ha resultado adjudicataria, SITE y RFS, se asegura, que gracias a la nueva maquinaria que se empleará en la actuación, se mantendrá el paso de vehículos a ambos lados y solo en la fase final cuando se proceda al asfaltado podría producirse el corte de uno de los carriles. Además, se actuará a la vez en el lado de los juzgados y en la otra parte del río.
Las causas del problema se deben al encauzamiento del antiguo meandro del río para la urbanización de la zona. Pese a que en su día se rellenaron los huecos, se hizo con materiales de mala calidad como yesos y arcillas que se han ido deshaciendo provocando los hundimientos. La solución que se llevará a cabo será la inyección de cemento para que los rellenos sean más rígidos. Para ello se harán pequeñas fracturas en la zona a base inyectar un líquido a alta presión (lechada de cemento), que rompe el material hasta una profundidad de 12 metros. Cuando fragua, el terreno es más rígido. Se estima que se harán unas 400 fracturas.
Una vez que concluya este trabajo, se excava la calzada y se hace nueva, así como la acera y la zona de los aparcamiento. La unión temporal de empresas ha comenzado a vallar la zona afectada y se espera que los trabajos comiencen la próxima semana con la llegada de las máquinas. «El proyecto inicial contemplaba cortar los carriles durante ocho meses porque contemplaba otro método de trabajo pero nosotros vamos a trabajar desde la superficie sin hacer una excavación previa, de modo que no se cortará el tráfico. Se reducirá la velocidad pero se mantienen los carriles», indicó Dario Otal, gerente RFS.
Aunque la idea era comenzar por el lado de los juzgados, desde el número 51 al 53, y luego por el otro lado de la avenida, del 40 al 44, se ha decido actuar en los dos lados al mismo tiempo.Además la UTE ha reducido de ocho a seis los meses de duración de la obra.
Durante estos días también se está procediendo en colaboración con los servicios técnicos municipales a identificar las redes de suministros (electricidad, agua, saneamiento) para que no se dañen con las perforaciones.
El concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás (Cs) se congratuló de que el programa de trabajos no interfiera en el desarrollo del tráfico. «Es una buena noticia para los ciudadanos que no haya cortes de tráfico», señaló.
Cabe recordar que en febrero se cumplirán dos años desde que se cortó un carril en la zona de los juzgados ante el avance del hundimiento, que posteriormente se trasladó al otro lado del río. Las obras fueron adjudicadas por 1.521.168 euros, una rebaja del precio de licitación del 28%.