Tras años de continuas promesas y de pocas realidades, el Gobierno de coaliación del PSOE y Cs tiene listo ya el pliego que servirá para contratar el desarrollo e implantación de la llamada tarjeta ciudadana. Un sistema con el que el Ayuntamiento pretende facilitar que con una única tarjeta se pueda acceder a las instalaciones deportivas, pagar los viajes en los autobuses urbanos, alquilar una bicicleta, realizar préstamos en las bibliotecas municipales, comprar una entrada para un espectáculo cultural o permitir a los residentes en el centro histórico pasar los controles de los bolardos.
El pliego, redactado en la Concejalía de Modernización Administrativa, que aún debe superar los filtros de Intervención y Asesoría Jurídica antes de salir a concurso, recoge, entre otros aspectos, que la empresa adjudicataria del contrato deberá realizar una prueba piloto durante tres meses y con 2.000 usuarios para testar el funcionamiento de la tarjeta.
El concejal Miguel Balbás detalla que la idea es incluir una partida en la próxima modificación presupuestaria de 1,1 millones de euros. Eso sí, parece improbable que la licitación pueda lanzarse antes de que concluya este mandato.
La empresa que se lleve el contrato tendrá cuatro meses para diseñar la tarjeta y otros cuatro para su desarrollo, por lo que fase de implantación no se iniciará, en el mejor de los casos, hasta mediados o finales de 2024 (...).
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