Una niña de 17 meses falleció ayer en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) después de atragantarse con un trozo de comida en el domicilio familiar de Buniel. Los esfuerzos del médico de la localidad, de varias vecinas y la joven que regenta la cantina, unidos a los del personal sanitario desplazado por Sacyl tras la llamada al 112 no pudieron evitar que la pequeña pereciese.
El siniestro ocurrió alrededor de las 10 de la mañana, según el aviso recibido por el Servicio de Emergencias 112 Castilla y León. El alertante explicaba que la menor se había tragado un trozo de salchicha y que al parecer este se le había quedado encajado en la tráquea, dificultando enormemente su respiración.
Un vecino de la familia cogió la niña en brazos y rápidamente la trasladó hasta la plaza delAyuntamiento, en busca del médico de la localidad. Justo en ese momento no se encontraba en el edificio municipal, por lo que entraron en el bar contiguo para pedir ayuda con la esperanza de que los allí presentes tuvieran nociones de primeros auxilios. Tanto la hostelera como las dos clientas que en ese momento estaban en el local se volcaron con la niña.Una de ellas llamó a su hermana, ATS, para que le explicase los pasos a seguir en caso de atragantamiento.
Instantes después, llegó el médico de Buniel y pocos minutos más tarde la ambulancia, que tardó muy poco pese a que a los allí presentes se les hizo eterno, según explicaron a este periódico.
Mientras los profesionales practicaban las maniobras de liberación y reanimación, mantenían a la madre de la pequeña -con una hermana melliza- en el exterior del local. «Solo decidme si respira», suplicaba con desesperación.
La ambulancia evacuó a la menor al HUBU, donde poco después se confirmó la peor noticia para su familia y para los vecinos de Buniel, localidad a la que se habían trasladado a vivir hace unos 4 años, según fuentes vecinales.
La semana pasada ocurrió un suceso muy similar en Agüimes (Gran Canaria). Una niña de un año ingirió por accidente una nuez que se le atragantó y le obstaculizó la respiración durante más de media hora, hasta entrar en parada cardiorrespiratoria. A pesar de que los médicos lograron recuperarla, falleció cinco días después en un hospital de Las Palmas.