Los vecinos de la pequeña localidad de Castrobarto y del resto de localidades de la Junta de Traslaloma, en Las Merindades, siguen en estado de shock tras conocer el asesinato en la madrugada del miércoles de Mariví Calvo, de 56 años y natural de este pueblo, presuntamente acuchillada por su hijo, de 24 años, en la localidad madrileña de Daganzo de Arriba, donde residía con su marido Lorenzo, que también resultó herido, en principio con pronóstico leve.
Esta familia, manifestaron algunos vecinos, acudía casi todos los fines de semana a Castrobarto -recuerdan que lo hicieron el pasado-, donde residen la madre de Mariví y un hermano, entre otros familiares.
«Era una persona muy querida en el pueblo, como toda la familia, y participaba en todas las actividades», asegura la alcaldesa, María Amparo Salinas, quien insiste en que este trágico suceso «ha sido un mazazo para toda la familia y los vecinos».
La Corporación municipal de la Junta de Traslaloma, a través de una resolución de la Alcaldía, manifestó «el más profundo pésame a los familiares y amigos de la fallecida» y acordó decretar cinco días de luto oficial en el municipio, hasta el lunes. Además, las banderas del Ayuntamiento ondean a media asta.
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