Allí donde los eólicos separan sus caminos

P.C.P.
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Los primeros buitres negros nacidos en la Demanda en años echaron a volar. Uno murió en Cádiz, otro se salvó

N4, en la jaula tras el rescate, y N5, ya fallecido, cuando le colocaron el GPS. - Foto: Grefa

Fue un vuelo histórico. Por primera vez en décadas, dos buitres negros nacidos y criados en la Sierra de la Demanda gracias al Proyecto Monachus de Grefa lograban salir adelante. No lo tuvieron fácil, de hecho las otras 6 crías alumbradas en 2020 y 2021 murieron. Y tampoco el destino ha sido muy generoso con ellos. Ya solo queda uno. 

N5, hijo de Benigno y Canaleja, abandonó el nido de Tolbaños de Arriba en octubre de 2021 equipado con un emisor GPS que registra todos sus movimientos y se decidió a conocer la península hasta que se topó con el parque eólico El Tesorillo, en Jimena de la Frontera (Cádiz). Naturgy tiene instalado en él un operativo de vigilancia medioambiental, que dio de el aviso de parada del aerogenerador cuando se detectó la presencia del ave, «por lo que seguramente la colisión se produjo cuando la velocidad de las aspas era más baja, pero aun así el impacto fue suficiente para acabar con el periplo» del joven ejemplar, explican desde Grefa. Así lo confirmaron agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

N4 se había marchado a finales de verano del nido de Huerta de Arriba en el que le cuidaron el macho Arámol (reintroducido en 2017) y de una hembra exógena (procedente de otra colonia). Sus últimos movimientos, en noviembre, le situaban en un parque eólico de Herrera de Valdecañas (Palencia). Tras constatar que solo realizaba pequeños vuelos, optaron por capturarle con la colaboración de la empresa Acciona -que incluso detuvo varios molinos- y comprobar que no había sufrido ningún daño. Tras su paso por la jaula de aclimatación de Huerta, ha recuperado la libertad.