El hombre detenido el pasado sábado en relación con la muerte de su compañera sentimental, la joven rumana Mãdãlina Viluta, aún no ha pisado por los juzgado de Reyes Católicos para prestar declaración por esos hechos. Ni como sospechoso de homicidio -tal como le consideró la Policía Nacional en los primeros momentos- ni como autor de un delito de violencia de género, que es el tipo penal por el que está siendo investigado por la Comisaría después de que el examen preliminar de los forenses considerara la muerte de la mujer compatible con un suicidio.
Por tanto, ni la titular del juzgado de violencia contra la mujer ni la fiscal han interrogado aún a Miguel A.Z. De hecho, desde el Ministerio Público advierten de que, aunque en sede judicial ya se ha abierto expediente, es posible que pasen todavía algunos días hasta que el hombre preste declaración, «puesto que el atestado policial todavía está abierto». Esto quiere decir que la investigación de la Brigada de Policía Judicial está todavía abierta y se practicarán más diligencias.
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