Raúl Lizoain, capitán del Mirandés y un hombre importante tanto en el vestuario como en el campo, sabe que el choque del domingo ante el Burgos «no es un partido más». «La ciudad te hace ver que es un choque distinto que no solo son tres puntos. Tiene otro sentimiento y un aroma especial», comenta. Asegura que es lo que están tratando de transmitir a todos los miembros del vestuario, ya que además es un choque «bonito de vivir».
El guardameta canario destaca la buena dinámica en la que llega el conjunto rojillo, que espera puedan mantener en el derbi contra los blanquinegros. La llegada de Joseba Etxeberria ha supuesto un punto de inflexión para el conjunto de Anduva. Lizoain señala que el guipuzcoano ha cambiado «algunas cosas» y habla del mensaje que desde el primer día ha transmitido al vestuario.
«Es un vestuario joven que hay que saber llevarlo, lo ha manejado bien desde el principio y ha sabido hacernos creer que podemos estar en una situación mucho más cómoda de la que estábamos», explica.
Sabe que sobre el terreno de juego habrá dos estilos diferentes y se refiere al Burgos como «un rival complicado que utiliza bien sus armas». Aunque el capitán cree que deben centrarse más en ellos mismos que en el rival. «Tenemos que hacer nuestro fútbol y que sean los demás los que se preocupen de nosotros. Hay que pensar en la racha que llevamos y haciéndolo bien sabemos tendremos muchas opciones de llevarnos el partido», responde el canario.
Defiende el «partido a partido» y afirma que los 8 encuentros que restan el equipo los peleará «como si fueran finales». «Hay que aprovechar esta buena dinámica y ya veremos al final de temporada dónde quedamos», expone. El Mirandés está en disposición de superar su mejor puntuación en Segunda -59 puntos en la campaña 2014-15- y a Lizoain le parece un bonito objetivo para alcanzar en este final liguero.