El abandono del uso para el que fueron creadas las bodegas subterráneas, habitual en muchas localidades ribereñas, y las condiciones de humedad del terreno llevan décadas atacando la serie de galerías que horadan la peña de San Jorge, en Caleruega. Hace diez años se aprobó una ordenanza municipal y, aun así, tres años después se derrumbaron una docena de ellas por la acción del agua en esta altitud calerogana.
Ahora el Ayuntamiento quiere dar un paso más y, ante la imposibilidad de actuar en las bodegas al ser de propiedad privada, pretende intervenir en el entorno para hacer más atractiva la zona y animar a los dueños a mantener y mejorar sus bodegas y merenderos. «Cada verano estamos trabajando con cuadrillas voluntarias para arreglar los caminos, pero ahora queremos ir un poco más allá», apunta la alcaldesa de Caleruega, Lidia Arribas, que estima el coste de esta intervención en unos 150.000 euros. «Es una cantidad importante, por eso intentaremos conseguir alguna ayuda de la Junta o de la Diputación, para que sea factible poder hacerlo», explica la intención del Consistorio calerogano.
Además de la creación de un «paseo adecuado» para recorrer la peña y conectar las diferentes bodegas, Arribas no descarta que se pueda intervenir en alguna de las bodegas que más riesgo corren de derrumbe por falta de uso. «Hace tiempo se hizo un estudio y se comprobó que las galerías estaban sufriendo aplastamiento», explica, porque están en distintos niveles y el peso de unas descansa sobre las de más abajo. «Se pensó rellenar las galerías en peor estado para que no perdieran el nivel, pero se calculó que es coste podría ser de un millón de euros, que es inasumible para nosotros», asegura Arribas sobre un proyecto anterior que se descartó por el elevado importe de los trabajos.
De las 95 bodegas subterráneas que tiene catalogadas el Ayuntamiento de Caleruega, sólo una es de propiedad municipal. En torno a ella hay pendiente la ejecución de un proyecto para incrementar su interés para las visitas. «La tenemos limpia de escombros y recuperada, ahora nos queda poner algunos paneles, elementos típicos de la elaboración de vino o algo parecido para que, cuando la visite la gente, pueda hacerse una idea de cómo se hacía el vino de forma tradicional en estas bodegas, porque también tenemos el lagar municipal para completar la visita», explica la alcaldesa calerogana.
En la actualidad, más allá de los merenderos que se han construido en los últimos años en la peña de San Jorge y que se mantienen gracias la uso constante que los vecinos les dan, sobre todo en la época de buen tiempo, la mayoría de las bodegas no tienen uso alguno, lo que contribuye a un deterioro más rápido. Sin embargo, la zona es una de las más visitadas de la villa calerogana porque en la parte más alta de este montículo se habilitó hace unos años un mirador para admirar la planta de la localidad desde arriba, con paneles que ubican cada uno de sus atractivos patrimoniales, por lo que el tránsito de visitantes por la zona es constante y esa es otra de las razones que justifican este proyecto de mejora.