"Cristina Valdiosera, investigadora de la Universidad de Burgos, es una científica puntera en el ámbito de la arqueología molecular, reconocida con una de las becas más prestigiosas del panorama actual, la que otorga el Consejo Europeo de Investigación, dotada con dos millones y medios de euros", ha adelantado María Martinón, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh). El proyecto con el que ha sido becada versa sobre las raíces genéticas y bioculturales del mestizaje, sobre la interacción entre culturas y poblaciones distintas, concretamente entre México y España. Para poder desarrollar la parte genética que implica el estudio, la científica podrá hacer uso del nuevo laboratorio del Cenieh, dedicado a la paleoproteómica (el estudio de las proteínas antiguas), y el análisis del ADN antiguo.
La investigadora, que con este proyecto podía haber elegido desarrollarlo en cualquier parte del mundo, ha escogido la UBU y el Cenieh como sus dos centros de referencia. Para llevarlo a cabo ambas instituciones han creado el Grupo Transversal de Arqueología Molecular, que lidera Cristina Valdiosera. "Estoy viviendo el mejor momento de mi vida, personal y profesionalmente. Personal, porque mi familia y yo estamos felices en Burgos, y profesionalmente, porque he llegado a un punto en el que todas las estrellas se alinean, y, bueno, he logrado incorporarme a la Universidad de Burgos, donde estoy muy contenta, y ahora me integro en el Cenieh, que también me da muchísima alegría porque cuenta con un laboratorio referente, que va a ser referente a nivel nacional e internacional, en una de las áreas más novedosas, dentro de lo que son los estudios del pasado, como es la arqueología molecular, que incluye la paleoproteómica y los estudios del ADN antiguo", ha señalado esta mañana durante la presentaicón del Grupo Transversal.
Valdeosera investiga el mestizaje entre México y España, "un proceso bastante más complejo de simplemente el intercambio genético. Porque no solo fue a nivel biológico, también fue a nivel cultural, y eso es lo que este proyecto intenta hacer: crear un puente entre las ciencias y las humanidades. Este proyecto intenta, digamos, estudiar un poco lo que es el comportamiento humano, viendo desde el punto de vista evolutivo cómo se comportan dos poblaciones que se encuentran después de casi 20.000 años de no haberse visto, es decir, cuando las poblaciones europeas llegan a América, esas poblaciones llevaban separadas por al menos 20.000 años". Este estudio no es solo genético, sino también antropológico: "Como es un proceso biológico, está claro que lo vamos a analizar desde el punto de vista genético, pero también vamos a intentar investigar procesos históricos, sociales, culturales, que llevaron a esta interacción humana", ha añadido. El estudio pretende dar "una visión más inclusiva, contada desde otros ángulos, con unas miradas de diferentes lentes. Juntar las evidencias antropológicas, genéticas, históricas, sociales, culturales, ponerlas sobre la mesa y abrir un nuevo debate", ha resumido.
A nivel genético, Valdeosera busca la "pluralidad". "Siempre hemos asumido que el mestizaje tiene un origen dual, por ejemplo, europeos y mesoamericanos. Sin embargo, esa es una visión muy simplista, porque también viajaban africanos o asiáticos, pero no eran necesariamente originarios de la península ibérica. Y en México o en Mesoamérica, las poblaciones indígenas no es un grupo nada más. La diversidad biológica y cultural de las poblaciones autóctonas de América es enorme. Por eso decir europeo e indígena es algo muy simplista".
Para llevarlo a cabo contará con un equipo de tres o cuatro investigadores postdoctorales y predoctorales y tiene un plazo de cinco años (al menos, para la beca, porque la investigación puede durar toda la vida).
El laboratorio del Cenieh estará operativo "a finales de este año o principios del que viene", dado que aún le falta incorporar el equipamiento