El pasado 19 de abril, varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional se jugaron la vida en un espectacular tiroteo ocurrido en la gasolinera de Villagonzalo Pedernales. Una refriega de más de 50 disparos en las que terminaron abatiendo a un agente de la Comisaría de A Coruña que se encontraba de baja y que esa mañana había robado un arma a un compañero. Un suceso que conmocionó a la ciudad y que trascendió a nivel nacional. Hoy lunes, en la celebración de los Ángeles Custodios, los tres efectivos del cuerpo nacional que reciben una medalla al mérito con cruz de distintivo rojo. Un reconocimiento que, al menos de momento, no tendrán los de la Benemérita.
La noticia no ha sentado demasiado bien en el seno del Instituto Armado. Fuentes de diferentes asociaciones de guardias civiles reconocen que, cuando conocieron que la Comisaría Provincial había solicitado para los tres agentes implicados la medalla al mérito policial con cruz de distintivo rojo (que premia el valor en acto de servicio y que conlleva recompensa económica), esperaban que los mandos de la Comandancia hiciera lo propio con los compañeros que se jugaron la vida aquel día. Sin embargo, se celebrará la patrona el próximo día 12 sin este homenaje.
«Al final, el sentimiento que hay es que da igual lo que hagas, porque parece que a los jefes no les importa. Otros cuerpos lo reconocen y aquí te ningunean», lamentan fuentes consultadas por este periódico, quienes esperan que al menos en el futuro la Comandancia «salde la deuda» con los guardias civiles que actuaron con determinación en el tiroteo de Villagonzalo.
Cabe resaltar que fue una patrulla de la Agrupación de Tráfico la que localizó el vehículo del policía ferrolano huido esa misma mañana de la Comisaría Sur de A Coruña, donde había robado el arma de un compañero. Los agentes le dieron el alto antes del túnel de Las Quintanillas y, acto seguido, comenzaron a recibir balazos. Al operativo se sumaron otras dos patrullas de la Benemérita y otra más de la Policía Nacional, que acorralaron al sujeto en la gasolinera de Villagonzalo. Ahí continuó un tiroteo en el que el agresor «tiró a matar» y puso en grave peligro a los efectivos que actuaron. Finalmente, y tras más de 50 balas disparadas, lograron abatirle.