El derrumbe de una parte del talud de la calle Murallas en la madrugada del jueves al viernes provocó que técnicos de diversas áreas del Ayuntamiento se desplazaran hasta el lugar, en las proximidades del Castillo, para realizar un primer análisis del desprendimiento. Allí se comprobó que será necesario actuar en la zona para evitar nuevas caídas y la sorpresa (para los no expertos en la materia) vino por la aparición de numerosos huesos, lo que obligó a que los arqueólogos cursaran visita al lugar del accidente. Pese al hallazgo, estos restos y los propios del derrumbe permanecerán sobre la calzada hasta el lunes ya que ayer no había medios humanos y materiales para retirarlos.

Los trabajadores de la Brigada de Obras se encontraban de vacaciones por lo que, si tal y como detallaba ayer el concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás, las tareas de limpieza y acondicionamiento de la zona comenzarán el lunes, solo caben dos opciones: o se les pide que regresen o, lo que es más probable, se recurre a la empresa Jacinto Lázaro, contratada por el Ayuntamiento como apoyo a la Brigada, para que realice la tarea.

Sea como fuere, lo que se hará, según detalla el concejal, es, más allá de limpiar la calzada, retirar buena parte de la tierra que aún permanece en el talud ya que existe riesgo de que se produzcan nuevos desprendimientos.

La solución encontrada para eliminar el problema pasa por ir retirando tierra del talud hasta el punto de que logre estabilidad. Dicho de otra manera, quitar la inclinación hacia la calzada y que quede hacia dentro.

Todos los restos que se retiren se llevarán a un solar que hay en la parte superior del talud y será allí donde los arqueólogos analizarán los numerosos huesos que se han encontrado y la posible presencia de restos de cerámicas.

Aunque habrá que esperar para ver lo que da de sí el análisis arqueológico, lo que se comentaba como hipótesis es que pudieran ser huesos procedentes de soldados que participaron en el asedio al Castillo durante la Guerra de la Independencia (en 1812). No obstante, cabe recordar también que esa zona ha sido identificada como un lugar en el que estuvo asentada la judería alta de la ciudad durante la Edad media.

Por el lugar del desprendimiento, cuyo paso quedó acotado al tránsito de peatones y vehículos, se dejaron ver efectivos del parque de Bomberos, con el subjefe al frente, técnicos del área de Medio Ambiente, de Vías Públicas, de la Gerencia Municipal de Cultura y Turismo y dos conocidas arqueólogas.

El PP lo ve como «un aviso». El PP envió un comunicado en el que su portavoz, Carolina Blasco, expresó su «satisfacción» por que no se produjeran daños personales pero consideró «esencial» que se tome este hecho como «un aviso» y reiteró la importancia de «supervisar el estado de los terrenos para evitar nuevos movimientos de tierra».