Zafarrancho anticovid en las aulas

I.E.
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Setenta limpiadoras -más refuerzos- de Tefisa (Grupo NB) desinfectan mañanas y tardes los centros públicos. Trabajadoras y empresa piden una subida del presupuesto al aumentar la tarea

La desinfección se hace con productos virucidas. - Foto: Valdivielso

Una de las razones por las que el virus aún no se ha propagado en el interior de las aulas -los contagios han llegado de fuera- es que las labores de limpieza se han multiplicado en colegios e institutos. Durante el curso pasado -hasta que los alumnos fueron enviados a casa con el estado de alarma- el saneamiento y puesta a punto de los centros se llevaba a cabo solo por las tardes. En el que acaba de empezar la tarea se ha ampliado a las mañanas y la jornada vespertina se alarga porque hay que actuar en más dependencias e instalaciones donde los equipos directivos han improvisado clases para cumplir con la distancia de seguridad entre alumnos y porque hay que llevar a cabo una verdadera desinfección de cuanto tocan profesores y estudiantes. Tefisa, la empresa del Grupo NB adjudicataria de estos trabajos, dedica 70 limpiadoras -más refuerzos- al zafarrancho anticovid  que se impone con la pandemia.

El Ayuntamiento aprobó, un poco a ciegas, una ampliación del contrato de limpieza de colegios para extender las tareas a las mañanas, para lo cual destinó un presupuesto de 49.000 euros mensuales, «suficiente para cubrir el trabajo en horario matutino, pero con lo que no se contaba es con que las labores iban a aumentar también por las tardes», comenta Jesús Martínez, gerente de la compañía. Montserrat de Cea, empleada y secretaria del sector de Limpieza de UGT, advierte de que «hay sobrecarga» en la jornada vespertina, hay «un 33% más de trabajo», porque los centros han habilitado clases en gimnasios, bibliotecas, salas de informática, etc, «dependencias que sin pandemia se limpiaban dos o tres veces a la semana y que ahora han de desinfectarse a diario». Además, «la desinfección, que se lleva a cabo con virucidas, es ahora más concienzuda para prevenir contagios y lleva más tiempo», agrega.

Martínez agradece que el Ayuntamiento sacara el contrato tan pronto y con tan poca información para atinar con el presupuesto, pero avanza que en los próximos días pedirá una reunión con los responsables municipales para «evaluar mejor el trabajo sobrevenido». Está haciendo un intento por reajustar la organización y detraer horas de las mañanas para las tardes, «pero en horario matutino no sobra nadie, porque los directores de los centros reclaman que estemos ahí».
Montserrat lo explica: «Por las mañanas hay que desinfectar las instalaciones de madrugadores, las escaleras cada vez que suben o bajan los estudiantes y las aulas compartidas; no se pueden abandonar estas tareas».