Miranda ve San Juan del Monte cada vez más cerca, pero todavía con dudas. Por una parte, la Cofradía pide respeto para sus tiempos y su presidente, Roberto López de Davalillo, recalca que «estamos elaborando las fiestas sin prisa pero sin pausa». La entidad que encabeza tiene la potestad de organizar los actos centrales, pero en la celebración entran en juego otros actores, como la hostelería, cuya asociación se ha posicionado en contra de las txoznas. Mientras tanto, el Ayuntamiento media entre las partes y pide que se concrete el modelo, con qué y dónde se quiere hacer «antes de Semana Santa», matiza el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, quien trata de favorecer el entendimiento.
La hostelería propuso al edil para interceder con la Cofradía, aunque Davalillo admite que la petición le sorprendió, ya que reitera que «todavía no hemos dicho nada». Además, el presidente afirma que «hay que ver las cosas sin egoísmos y con sentido común», y avanza que se reunirá con el sector «cuando tenga el tema claro, que es lo quedé con ellos». Mientras tanto, recuerda que tienen abierto el plazo para que las cuadrillas reserven sitio en la carpa, una respuesta que puede hacer cambiar el sentido del programa si hay mucha o poca demanda.
Mientras tanto, el representante de la hostelería, Pepe Rey, reconoce que al sector le gustaría ir despejando dudas. En los bares remarcan su voluntad de diálogo con la Cofradía, pero también piden comprensión, ya que «queremos planificarnos, porque eso no se hace de la noche a la mañana, y necesitamos por ejemplo saber si tenemos que buscar camareros, que no son fáciles de conseguir», expone el hostelero.
A sabiendas de que la organización depende de la Cofradía, la asociación Altamira se ha posicionado en contra de las txoznas en la calle Cantabria, el modelo transmitido inicialmente por la entidad sanjuanera para unificar las actividades en el barrio de Anduva. «Proponemos que haya dos epicentros, uno en la Parte Vieja y otro en el parque Antonio Machado», expone Rey, quien apuesta por «un San Juan del Monte tradicional».
Respecto a la carpa, en la hostelería admiten que «es necesaria», aunque dudan de las dimensiones. En este sentido, recuerdan que en origen esta opción se habilitó para que las cuadrillas que no tuvieran sitio, dispusieran de una opción en la ciudad, pero el deseo de meter 4.000 personas en la próxima edición hace que «lleguen cancelaciones en restaurantes», explica Rey.
Mientras tanto, el Ayuntamiento reitera la necesidad de concretar qué se va a hacer. Gómez reconoce que quieren tener sobre la mesa antes de Semana Santa «el borrador en grueso con los días, lugares y horas», ya que «son unas fiestas muy importantes, en las que hay que mover mucho personal y material técnico que el Ayuntamiento pone a disposición de la Cofradía», recuerda el concejal.