Ya son siete ediciones las que Cristina Gutiérrez ha vivido en el rally más duro del mundo, el Dakar, y a partir del viernes llegará la octava, en la que se despedirá de la categoría de prototipos ligeros (T3) antes de dar el salto a la categoría reina con Taurus. «No hay que faltar el respeto al Dakar, pero quiero tener la mejor despedida posible de la categoría. Saldré a ganar, como siempre», repite la piloto del Red Bull Factory Team, que se siente a charlar con Diario de Burgos en los días previos a la gran cita del calendario reflejando su sed de aventura y de victoria en el desierto saudí.
La semana pasada conocimos que competirá con un Taurus y no con un Can-Am, como estaba previsto, ¿qué cambia con esta decisión?
Ha sido una decisión de Red Bull. Somos cinco pilotos: tres con el Can-Am y dos con el Taurus. Por mantenerlo un poco equilibrado decidieron que yo hiciera ese cambio. Estoy muy contenta porque es un cambio a mejor. Este coche es el mejor a nivel competitivo, es el coche a batir y además lo conozco bien porque es la evolución del que llevé en 2020 y en 2021. Es la versión 2.0, así que la base la conozco. El chasis, el motor y la caja de cambios son iguales.
No necesitará, por lo tanto, un proceso de adaptación a este nuevo coche.
Si llega a ser un coche que no has probado es normal llegar con dudas o necesitar incluso dos etapas de adaptación en el Dakar. Por eso estoy bastante confiada. Además, antes del prólogo hay una etapa especial para dejar el coche a punto y quiero aprovechar ese entrenamiento que nos permite la organización para tenerlo todo a punto.
Cristina Gutiérrez cambiará el Can-Am de la edición pasada por un Taurus, manteniéndose en el equipo de Red Bull. - Foto: Marcelo Maragni (Red Bull)¿Son más ambiciosos sus objetivos con esta montura?
Cada coche tiene sus pros y sus contras. Eso sí, con ambos coches el objetivo iba a ser ganar, aunque el actual es un pelín más rápido. Eso aumenta las opciones de ganar más etapas y de estar más arriba. El anterior coche es prácticamente indestructible, aunque el año pasado tuvimos bastantes problemas. Al final en el Dakar nunca se sabe. Yo saldré, como siempre, a ganar para tener la mejor despedida posible de esta categoría. Ojalá poder mejorar el tercer puesto del 2021.
El Dakar es la fecha en rojo. Es el objetivo de todos, donde más gente hay, donde más cosas mágicas pasan y más visibilidad tenemos»
En la próxima edición ya formará parte de la categoría reina con Dacia, así que esta será su última oportunidad con un vehículo ligero (T3).
Obviamente me encantaría decir adiós ganando. Ahora mismo luchar por ganar es realista porque me veo muy competitiva, pero al Dakar nunca hay que faltarle el respeto. Puede pasar de todo. Nunca sabes qué situación te puede afectar, así que hay que ir con la mente muy abierta.
Cuantas menos anécdotas tenga a su regreso... ¿mejor?
Sí (ríe). Por mucho que intentes planificar y ordenar, siempre aparece algo con lo que no contabas. Hay que ir reaccionando sobre la marcha.
No es casualidad que el Dakar lleve el sobrenombre de rally más duro del mundo. ¿Siente algo de miedo en estos días previos o de momento es todo ilusión?
Este será mi octavo año. Los anteriores sí que me daba respeto pensar que algo iba a suceder, porque son miles de kilómetros los que haces. Ahora, ya con más experiencia, sé que de nada sirve hacerse una idea de nada. En el momento que suceda el imprevisto, que llegará, hay que reaccionar de la mejor manera y aunque se tarde mucho tiempo, todo tiene que quedar perfecto.
«El coche nuevo es el mejor que hay a nivel competitivo, es el coche a batir y lo conozco bien porque es la evolución del que llevé en 2020 y 2021»
Desde la organización se insiste en que esta edición será la más exigente desde que se celebra en Arabia Saudí, ¿qué expectativa lleva?
Siempre dicen que va a ser la edición más dura, pero la experiencia es muy individual. A nivel de recorrido sí que lo han intentado endurecer las condiciones, está claro. La primera semana será muy complicada, con dos maratones. Ahí entrará mucho en juego la estrategia, sobre todo en la Crono de 48 horas, que es nueva y se divide en dos jornadas. Va a ser interesante.
¿A qué consejo le otorga más valor después de haber participado varios años ya?
Mi principal consejo es no bajar nunca los brazos. Hasta el último kilómetro puede pasar de todo. Es algo que viví el año pasado mismamente con algún compañero, que iba ganando con dos horas de ventaja y en la última etapa, en los últimos diez kilómetros de los 8.000, se le rompió el coche y perdió el Dakar. No hay que perder el respeto al Dakar y darlo todo hasta el último kilómetro.
Saldré a ganar para poder tener la mejor despedida posible de esta categoría. Ojalá poder mejorar el tercer puesto del 2022»
¿Se puede comparar el Dakar con otras competiciones en las que participa, como la Extreme E o el Mundial?
Sí que es verdad que estoy teniendo suerte estos últimos años de poder competir mucho más que antes, pero el Dakar es la fecha en rojo. Es el objetivo de todos los pilotos, donde más gente hay, donde más cosas mágicas pasan y más visibilidad tenemos.