Más de 60 alumnas del grado de Enfermería, principalmente aquellas que este curso inician su último año académico, se concentraron ayer a las puertas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Burgos para reivindicar «unas prácticas de calidad». Su protesta, que no será la única si su reivindicación no se atiende, responde al cambio de normativa de prácticas curriculares aprobado por la institución en mayo y en el que se modifican los turnos, de tal forma que se incluye el nocturno y se amplían los días a fines de semana y festivos, frente a la anterior que recogía mañana o tarde de lunes a viernes en jornadas de 7 horas.
«Este nuevo horario dificulta poder cursar asignaturas pendientes, así como la conciliación y el propio descanso», aseguraron las afectadas, quienes ya disponen de su primer cuadrante para este mes debido a que hoy comienzan su formación en centros sanitarios, donde, tal y como aseguran, se recogen ya esos turnos de noche y fines de semana. A todo ello y en un comunicado leído durante el acto reivindicativo, denunciaron otros cambios como la obligatoriedad de «justificar posibles faltas, la obligación de recuperar horas y la posibilidad de que se realicen en centros privados y fuera de la ciudad».
De igual forma, quisieron responder a la justificación dada por la UBU ante sus críticas, rechazando en este sentido que los rotatorios supongan una mejora de la calidad de la enseñanza en el centro laboral. «Cuando hay más actividad clínica en un hospital es por las mañanas, no por las noches, al igual que acudir en un festivo, puesto que esta se reduce al mínimo», sostuvieron, al tiempo que también contestaron al hecho de que esta modalidad esté implantada en la mayoría de los campus: «Sí que alguno contempla el turno de noche, pero en ningún caso los festivos (...)».
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