Un micrófono de cañón, una cámara y su trípode, y una claqueta. Con esos elementos repartidos por el entorno del Museo de la Evolución Humana los ciudadanos que paseaban por la zona pudieron deducir que se trataba de un rodaje cinematográfico. Saber que se trataba de un largometraje e incluso acertar con el título fue una prueba que estuvo al alcance de la mano de los cinéfilos y los lectores de este periódico.

Porque les hemos contado estos días que iba a comenzar el rodaje de La huella del mal, la película basada en la novela del mismo nombre de Manuel Ríos San Martín. Dirigida por el propio escritor (que estuvo al frente de la película No te fallaré), la historia gira alrededor del asesinato de una joven que aparece en el CAREX, el Centro de Arqueología Experimental, en el lugar en el que debería estar la réplica de un enterramiento neandertal. Su cuerpo está desnudo y colocado en posición fetal. El crimen recuerda a otro ocurrido hace seis años en la misma zona, lo que hace pensar que ha podido regresar «el asesino del yacimiento».

Al frente de la investigación estarán Daniel Grao y Blanca Suárez, dando vida a una pareja que deberá reencontrarse y limar asperezas del pasado, aunque en las escenas de ayer en el exterior del MEH no fue fácil dar con ellos. Sí se le vio con claridad, en cambio, al director, que está desde hace unos días en la ciudad preparando el rodaje.

El despliegue de aparatos técnicos ocupó toda la superficie de entrada al museo. - Foto: Luis López Araico

A su alrededor hubo un gran despliegue de grúas, focos y camiones con todo tipo de aparatos técnicos. En la cuesta que separa el MEH del Cenieh se grabó una de las escenas, en la que había una persecución entre dos coches.

Faltó por ver de cerca al resto del reparto, entre los que figuran Aria Bedmar, Víctor Palmero, Cosimo Fusco, Daniel Horvath, Fernando Cayo, Pablo Rivero y Juanma Cifuentes. Si ven a alguno de ellos es posible que el rodaje no esté lejos y solo sea cuestión de seguir las pistas que deja el cine.