Una juerga etílica en un piso del barrio arandino de Santa Catalina acabó ayer con un hombre de 41 años y nacionalidad colombiana muerto violentamente y sus 5 compañeros de borrachera, 4 compatriotas y otro de procedencia africana, detenidos por la Policía Nacional. Todo está extremadamente confuso, hasta el punto de ni siquiera poder determinar si la víctima murió de un golpe o por una agresión con un objeto cortante, ni cómo llegó a la calle, aunque sí parece que previamente al hallazgo del cadáver en la acera se produjo una fuerte discusión dentro del domicilio que la víctima compartía con al menos uno de sus agresores. Hasta el momento, no existe ningún testigo ajeno a los hechos.
El aviso al teléfono de emergencias 1-1-2 Castilla y León se produjo a las 7:55 horas en el número 2 de la avenida de Burgos y, minutos después, el despliegue de Policía Nacional y Local cortó la zona al tráfico rodado y la acordó para protegerla de curiosos. «Estaba en la cama y he empezado a escuchar las sirenas, desde la ventana se veía a los policías y un cuerpo tapado con una manta», relata una vecina del bloque de en frente. Según explican testigos el suceso, la ambulancia de Sacyl llegó enseguida, pero los sanitarios sólo pudieron certificar la muerte de la víctima. «Lo han tapado con una sábana verde y se han ido», apuntaba un vecino.
Los expertos de la Comisaría de Aranda tienen ante sí el complejo trabajo de esclarecer qué pasó en la madrugada del lunes y el grado de participación de los 5 detenidos. Esperan poder tomarles declaración a lo largo del día de hoy, tras pasar la noche en los calabozos, algo que ayer se descartó por el grado de intoxicación etílica que presentaban la mayoría de ellos.
Según algunos residentes en el entorno, el fallecido compartía piso con otros dos hombres, al parecer nigerianos. La primera hipótesis que maneja la Policía Nacional apunta a una discusión entre varias personas dentro del piso, ya que algunos testigos escucharon ruidos y voces de pelea, sin que se haya encontrado un detonante ni tampoco un móvil para la agresión.
La autopsia que se realizará a la víctima en el Instituto de Medicina Legal de Burgos tendrá que determinar si la muerte se produjo por un traumatismo o con un arma blanca. Al parecer, el cuerpo presenta un fuerte traumatismo en la parte posterior de la cabeza, de la que procede parte de la sangre hallada ayer, pero también una herida incisa en la parte lateral del cuello, causada con un cuchillo, un cristal o similar.
Otra de las muchas incógnitas que rodean a este crimen reside en saber cómo llegó la víctima a la calle. Puede que lo hiciera por su propio pie, con las últimas fuerzas que conservó antes de morir, o puede que le llevaran allí alguno de los sujetos con los que estaba en el piso. En cualquier caso, parece descartado que la agresión se produjera en la calle, puesto que nadie escuchó gritos o ruidos fuera del edificio. Tras la retirada de los efectivos policiales, los viandantes pudieron comprobar que en el lugar donde había aparecido el cadáver no había manchas de sangre y sí en el interior del portal.
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