Años de espera y sucesivas reivindicaciones por parte del equipo directivo y de las familias de los alumnos rodean el anunciado proyecto de ampliación del instituto Diego de Siloé, que siempre han reclamando ante la falta de espacios en el actual edificio y el incremento de la matrícula en una zona de expansión urbanística como el entorno de San Pedro y San Felices. Sus voces tuvieron ayer respuesta por parte de la Junta después de que el Consejo de Gobierno autorizara una inversión de casi 11,2 millones y la licitación de los trabajos, una vez que el Ayuntamiento ha concedido ya la licencia de obra, según informaron a este periódico fuentes de la Consejería de Educación.
A este anuncio se sumaron otros que cobran especial significado para la directora del centro y de la Asociación de Madres y Padres (Ampa), Áurea Arranz y Silvia Palacios, respectivamente. «Que se hable plazos y de una fecha de puesta en marcha es un avance importantísimo», aseguraron en referencia al inicio del curso escolar 2027- 2028, al tiempo que mostraron su «satisfacción» y «alegría» al valorar que el acuerdo del Gobierno autonómico supone que la intervención «será por fin una realidad».
La preocupación por el ritmo de este proyecto ha sido evidenciada públicamente en varias ocasiones por ambos colectivos. De hecho, en la última reunión del Consejo Escolar, celebrada esta misma semana, se plantearon distintas acciones de protesta para que su demanda «no cayera en el olvido», tales como la colocación de pancartas en el exterior de las instalaciones reclamando dicha ampliación. Con la confirmación de ayer, ahora solo reclaman que el proceso avance con celeridad y que «no se ralentice por ninguna circunstancia».
Satisfacción entre las familias y el equipo directivo porque el proyecto «será una realidad»
La actuación, según explicaron desde la Junta, permitirá incrementar el número de puestos escolares en 181, que se sumarán a los 723 actuales que ocupan los alumnos matriculados este ejercicio escolar. De esta forma, la capacidad del instituto llegará a los 904 estudiantes, de los cuales 648 corresponden a la ESO y 256 a Bachillerato. La construcción de un edificio anexo al actual no solo permitirá al centro crecer en este sentido sino también en la calidad de sus dependencias, teniendo en cuenta que las necesidades de espacio han obligado a convertir en clases varios laboratorios o talleres de prácticas.
Nuevas aulas. Hasta una treintena de nuevas unidades contempla el proyecto, repartidas en aulas polivalentes, de música y audiovisuales, plástica, informática, desdobles, laboratorios, dibujo o talleres de tecnología. Además, y en el exterior, se habilitará una zona ajardinada, espacios para juegos o de estacionamiento. Para culminar todo ello, tal y como precisaron desde el Gobierno autonómico, se prevé el derribo del inmueble colindante al principal que actualmente se destina a gimnasio.
El futuro edificio contará con cerca de 4.000 metros de superficie construida, dentro de una parcela de 5.857 que fue cedida por el Ayuntamiento. Estará unido al actual a través de pasarelas interiores en sus dos primeras plantas, mientras que en la baja se creará un porche que conectará con las nuevas pistas polideportivas. La Consejería de Educación también contempla obras en la actual instalación, que pasan por una redistribución de espacios, la adaptación de una sala de usos múltiples, la construcción de una escalera y la adecuación de departamentos y de despachos administrativos, entre otras. El plazo de ejecución que maneja el área regional que capitanea Rocío Lucas suma 25 meses.