El plan de choque que activó el pasado mes de junio la Consejería de Sanidad en el Hospital Universitario de Burgos, al aprobar por primera vez 1.222 consultas con peonadas (actividad extraordinaria de tarde y remunerada) en diez servicios para aligerar la lista de espera, no ha tenido efecto alguno, dado que el balance del segundo trimestre sigue siendo malo, con el mismo atasco que había a finales de marzo. Así, en el primer trimestre de este año el HUBU cerró con 43.082 pacientes pendientes de una primera cita con el especialista, cifra que a 30 de junio -y pese a esa medida adoptada- se quedó en 43.047 personas, es decir 35 menos. La disminución es prácticamente inapreciable y revela que el objetivo de rebajar en más de 1.200 el número de  consultas ha quedado lejos de ser cumplido.

La tendencia negativa que viene registrando el HUBU en la lista de espera de consultas externas (es la más alta de la región) ha llegado a niveles de récord y en este momento el complejo asistencial burgalés contabiliza casi 6.500 pacientes más que hace un año, cuando la suma era de 36.562.

Tampoco ha mejorado el tiempo medio de espera  que sufren los pacientes hasta que les cita un especialista y que está en 94 días, cuatro más que a finales de marzo, según los datos dados a conocer este viernes por Sacyl y que refieren al segundo trimestre.
 

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