El Burgos CF comenzó en Valencia un intenso mes de diciembre que puede decidir su futuro. El primero de los retos acabó en disgusto y el Levante volvió a aprovecharse de esos errores puntuales que están minando a la escuadra castellana cada jornada. Los detalles siempre caen del lado de su adversario, lo que deja de ser una casualidad. A partir de ahora la actividad aumenta, con dos partidos entre semana y cinco duelos en solo 17 días.
Uno de los aspectos importantes es que tres de los encuentros ligueros serán en casa, por lo que el equipo se debe aferrar a El Plantío para encontrar de una vez por todas el rumbo adecuado y afrontar la segunda vuelta de la competición liguera con menos agobios.
Esta semana es complicada y es que el equipo tiene un partido crucial este domingo a partir de las 18:30 horas delante de su afición, aunque solo tres días antes estará jugando en Marbella la segunda ronda de la Copa del Rey. El conjunto de Luis Miguel Ramis deberá hacer frente a un largo desplazamiento, aunque todo indica que su mente estará puesta en el conjunto alicantino. Las rotaciones parecen seguras con la intención de que el equipo llegue lo más entero posible al importante choque del domingo 8 de diciembre.
Ambos contendientes solo están separados por un punto, por lo que una victoria burgalesa le haría ascender puestos en la tabla y adelantar a uno de sus adversarios.
Posteriormente tendrá una semana para preparar el que será su segundo duelo consecutivo en casa. Recibirá al Málaga el domingo 15 de diciembre a las 16,15 horas. Hacer pleno en estos encuentros supondría un enorme paso hacia adelante y ahuyentaría muchos de los fantasmas. La dinámica del cuadro malacitano es algo mejor que la del Burgos.
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