Que los lobos merodeaban por el campo no era algo desconocido para los vecinos. De hecho, hace unos días el marido de la alcaldesa de Huérmeces grabó desde el tractor mientras realizaba tareas en unas fincas cercanas a tres lobos corriendo a apenas unos metros, y los cazadores también avistaron dos el último día de caza, explica Ana Belén Antón, teniente de alcalde del Ayuntamiento y propietaria de la explotación de ovino que sufrió un ataque de lobos durante la noche del lunes al martes, que dejó 13 ovejas muertas, la mayoría por asfixia, otras tres heridas muy graves -que hay que sacrificar- y dos abortos, por el momento.
En otras ocasiones ya les habían visto cerca de las naves, pero lograron ahuyentarlos con los mastines que tienen para guardar el ganado, y algunos otros perros más de carea, es decir, de vigilancia, explica desolada la ganadera. En esta, no pudieron evitar que el lobo (uno o varios, ayer no se concretó ese dato) entrara a una de las dos naves en las que por la noche guardan las ovejas que durante el día están pastando en extensivo por el campo.
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