Una noticia buena y otra mala. La buena es que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha dado la razón al Ayuntamiento y a los vecinos y ha estimado sus recursos contra la resolución que a finales de julio se opuso al inicio de las obras para acabar con las grietas en las viviendas de Villatoro, donde hay afectados unos 70 habitantes. La mala es que la comunicación enviada al Consistorio y afectados no viene acompañada por una autorización para empezar la ejecución de una zanja drenante perpendicular al cauce del arroyo Villatoro, que es la solución planteada para acabar con el problema. Sí estima el recurso, pero retrotrae el expediente al momento inmediatamente anterior a la resolución negativa de hace mes y medio.

En el Ayuntamiento hay prisa por iniciar los trabajos, puesto que estos solo pueden realizarse en una época muy concreta del año, entre agosto y marzo, cuando el nivel de las aguas está más bajo. Debido a estos tiempos, ayer mismo la alcaldesa, Cristina Ayala, se puso en contacto con la presidenta de la CHD, María Jesús Lafuente, a fin de pedirle que interpretara el contenido de la resolución desde el punto de vista práctico. Ésta le dijo que quería reunirse en Valladolid en el mes de octubre con una delegación del Ayuntamiento para hablar de las obras, pero es tarde, porque el Consistorio quiere acelerar al máximo para que las tareas estén culminadas antes del mes de marzo. Además, en el número 1 de la Plaza Mayor no entienden que la Confederación haya admitido el recurso pero no haya concedido directamente autorización para que se inicie la ejecución de la solución a las grietas. 

El principal argumento que esgrimió el Ayuntamiento en su recurso fue que las mismas obras que denegó la CHD este 2024 las había autorizado en 2018 y en 2022. En ese primer año, según reconoce el organismo dependiente del Estado, se emitió un informe que concluía que las actuaciones previstas no suponían una modificación sustancial del régimen de corrientes del arroyo ni un incremento de las zonas o terrenos inundables. 

En esta última resolución, la propia Confederación admite que esos permisos «constituyen un precedente válido y vinculante, dado que la situación fáctica y jurídica de la obra a realizar es idéntica a aquella que motivó la autorización por dos veces».

Además, recuerda ahora que en la tramitación del expediente actual se requirió al Ayuntamiento para que presentara una actualización del proyecto, firmado por un técnico competente, en la que se indicara que todos los estudios llevados a cabo antes de 2022 siguen siendo válidos y que la situación hidromorfológica y geoformológica no ha sufrido cambios. Esa solicitud, señala la última resolución de la CHD, fue debidamente cumplimentada el 10 de junio de 2024. Además, en vía de reposición el Consistorio ha acreditado que la documentación técnica para validar el estudio del Instituto Geológico Minero de España (IGME) de 2014 «está debidamente fundamentada».

Si toda la documentación presentada es válida, el equipo de Gobierno ignora por qué la CHD retrotrae el procedimiento al momento anterior a la resolución «para valorar nuevamente la documentación técnica aportada». El Consistorio insiste en que hay prisa por iniciar los trabajos en el arroyo Villatoro para que no se eche encima el mes de marzo.