El Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada de la Universidad de Valladolid (IOBA) celebró hoy su 30 aniversario con el reconocimiento y el homenaje póstumo al catedrático y fundador de la entidad José Carlos Pastor, que falleció ayer en Valladolid, consciente de que el vacío que deja será muy difícil de cubrir. No en vano, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, aseguró que Pastor prestigió a la UVa pero también a "toda" la sanidad de Castilla y León, al haber prestado una asistencia sanitaria de excelencia y trasladar la investigación a los pacientes. 

Vázquez destacó el desarrollo "moderno" y "amplio" de la investigación traslacional de la oftalmología, que llevó a cabo el profesor, del que fue su alumno en la Facultad de Medicina. Reconoció que hoy era un día emotivo y de "profunda ambivalencia" por que ante la alegría por celebrar el 30 aniversario de un instituto de investigación de "gran prestigio" se une la pérdida "irreparable" de una figura difícil de sustituir. 

El consejero subrayó, según recogió la Agencia Ical, que el IOBA refleja "bien a las claras" lo que era la personalidad de Pastor al unir tres aspectos fundamentales como la docencia, la asistencia sanitaria de excelencia y la investigación. "Era un magnífico profesor universitario y tuve la fortuna de ser alumno suyo hace ya demasiado tiempo. En los años 80, impartía una enseñanza muy moderna en la universidad", señaló. También, valoró el carácter traslacional de la investigación del catedrático, cuando desde 1994 empezó a aplicar la investigación a los pacientes. "Eso es verdaderamente su éxito", sentenció.

Por su parte, el director de Investigación del IOBA, Iván Sanz, aseguró que José Carlos Pastor es la "piedra angular" sobre la que se sustenta el centro. "Él fundó el instituto hace ya 30 años y, desde entonces, ha evolucionado y crecido mucho dentro de la propia estructura de la universidad y su fundación y, luego, como clínica y centro docente dentro de la UVa", aseguró. No en vano, dejó claro que la asistencia clínica a los pacientes es su "principio fundamental". 

Y es que el IOBA es una clínica de oftalmología, altamente especializada, que resuelve unas 20.000 citas anuales y atiende a una media de 9.000 pacientes cada ejercicio, de los que el 35 por ciento procede de otras provincias. Cuenta con doce especialidades y dispone de las últimas tecnologías en trasplantes y terapias celulares.

Uno de sus lemas es 'Investigamos para curar mejor'. Eso es posible al disponer de cinco grupos de investigación, ha desarrollado en este tiempo 30 proyectos  de I+D+i y 39 publicaciones científicas en 26 áreas, que han recaudado más de 25 millones de euros en estas tres décadas. Dinero procedente de fondos públicos (66 por ciento) y de origen privado (34 por ciento).

Además, tiene un programa de doctorado interuniversitario, imparte cuatro másteres oficiales y ofrece formación continuada, con seminarios de investigación, estancias profesionales y programas de visitas. El IOBA suma cada año unos 2.000 participantes, un centenar de estudiantes de postgrado y recibe a alumnos e investigadores de once países para formación práctica y personalizada. 

Preguntado por si será complicado llenar su ausencia, Sanz reconoció que les entrenó "muchos años" para poder continuar y "empujar" cuando él no estuviera, por que es un instituto que no está centrado en una persona sino en un equipo. De hecho, precisó que el profesor Pastor dejó ser director del IOBA hace casi ocho años.

"Genialidad de su creación"

En el mismo sentido, se pronunció el director del IOBA, Miguel Maldonado, quien destacó la "genialidad de su creación", por que Pastor fue el que puso en marcha el centro. "Es una pérdida irreparable, no solo profesional sino también personal por que el instituto es una gran familia que ahora pierde a su padre", aseveró. Añadió que, ahora, el centenar de profesionales que forman parte del equipo debe estar comprometido para cumplir sus deseos y que el IOBA permanezca unido y siga adelante en las tres áreas de investigación, formación y asistencia especializada a pacientes.

Después de incorporarse al instituto en 2006 y tras diez años al frente del área de investigación, el director de Investigación reconoció que su relación con el profesor Pastor fue "bastante directa". No en vano, se graduó en la Universidad de León (ULE) y comenzó su tesis doctoral, que fue dirigida por el fundador del IOBA. Desde entonces, ha desarrollado toda su carrera investigadora y, ahora, como docente de la UVa.

En cuanto al acto celebrado esta mañana, que lleva organizado desde hace dos meses, recordó que José Carlos Pastor tenía previsto acudir pero finalmente no pudo ser por su fallecimiento. En este sentido, apuntó que cumplir 30 años como centro de investigación en la oftalmología y ciencias de la visión es un "hecho histórico", aunque se ha transformado en un homenaje a su fundador. 

Maldonado realizó un balance "muy positivo" de las tres décadas de vida del IOBA, tiempo en que ha destacado por la investigación aplicada, con una traslación directa sobre los pacientes. Todo ello, unido al acceso a la escalera de excelencia de la Junta de Castilla y León. Por último, destacó como aspecto fundamental el "amplio" carácter multidisciplinar del instituto.