Un fallo que se repite

Ó.C.
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El Mirandés perdió en Burgos un punto ante un rival en inferioridad. Ante el Andorra sucedió lo mismo

La plantilla quedó hundida tras la derrota en el último momento en El Plantío ante Burgos el pasado domingo. - Foto: Jesús J. Matías

El Mirandés salió hundido de El Plantío. La derrota en el derbi escoció en la plantilla, el cuerpo técnico y en la parroquia mirandesista, en un encuentro en el que el Burgos CF se puso por delante, pero también se quedó con uno menos por la expulsión del meta Caro, por lo que jugó durante más de una hora en inferioridad numérica. En ese tiempo los jabatos lograron empatar, rompiendo la imbatibilidad de los blanquinegros, pero en la última jugada una contra letal volvió a dejar sin puntos a los rojillos, que repitieron en la capital el error que cometieron en Anduva ante el Andorra en la quinta jornada. 

En El Plantío perdieron el punto que hubiesen sumado con las tablas y como locales, el gol de Bakis justo al final motivó que el empate a uno tuviera sabor a derrota por cómo transcurrió el encuentro, aunque en el duelo frente a los de Eder Sarabia al menos se retuvo un punto. Entre los dos partidos, los rojillos han dejado volar tres en el tiempo añadido y en caso de tenerlos en el zurrón permitiría a los de Etxeberria estar con diez en la tabla, empatados a puntos con el Leganés, que está fuera de los puestos de descenso, y el Real Oviedo, que ocupa la última plaza de peligro.

Pero en ninguno de los dos encuentros el Mirandés supo competir en los últimos minutos, pese a estar con uno más en el terreno de juego, lo que tiene que dar cierta ventaja. Etxeberria en ambos casos apuntó a las ganas del equipo por vencer, pero las jugadas de los goles del contrario prácticamente son similares. Tanto el Andorra como el Burgos mataron a los rojillos con una contra, en la que los jabatos no lograron hacer una transición defensiva eficaz, con jugadores muy cansados sobre el césped y con muchos efectivos propios en el área contraria en busca de un gol.

De esta manera, los de Anduva han comprobado en dos ocasiones cómo una competición como Segunda penaliza ese tipo de jugadas. Etxeberria tras el partido ante el Burgos no habló de relajación de sus pupilos, sino de precipitación, aunque ya han tropezado en la misma piedra en dos ocasiones en once jornadas disputadas.

Farolillo. El Mirandés suma un encuentro ganado de once disputados y la escasa renta obtenida hasta el momento hace que el equipo ocupe la última plaza, a la que ha vuelto esta jornada por la victoria del Málaga, que se impuso al Lugo por tres goles a dos. 

De las jornadas disputadas, los rojillos han dormido en puestos de descenso en las últimas ocho y solo al principio respiraron por encima de los puestos de peligro.