Dominó todo tipo de técnicas, estilos, disciplinas y formas de expresión que culminaba después de un interesante y profundo proceso mental del que también se conservan bocetos y estudios. Néstor Pavón (Burgos, 1928-2021) fue escultor, pintor, ilustrador, decorador de interiores, investigador y poeta con una trayectoria de setenta años. Tres años después de su muerte, el Museo de Burgos le dedica una exposición para acercar las múltiples facetas de un artista prolijo y, sobre todo, mostrar aquellos aspectos más desconocidos.
Porque además de su escultura geométrica, la que más le identifica, se muestran una serie de paisajes en acuarela y tinta negra que iban a formar parte de un libro de García Lorca, cuadros tridimensionales en madera, óleos en tonos ocres para describir los Andes, las puertas de un armario cuyos cristales están 'decorados' con obras en el límite de la abstracción junto a otras figurativas y las que parecen casi un boceto. Néstor Pavón revisitado, que se inauguró este miércoles, exhibe también caricaturas que demuestran su capacidad para el dibujo y la definición en un par de trazos, esculturas de formas sinuosas (sí, también las creaba), libros ilustrados, las maquetas de arte urbano o los apuntes sobre algunas de sus investigaciones.
Facetas algunas que no han sido suficientemente valoradas, como los trabajos sobre las marcas de los canteros en el Camino de Santiago a su paso por la provincia o de quienes dejaron su huella en la Catedral, publicado por la Universidad de Zaragoza: «Estas son obras riquísimas porque es difícil que alguien que se dedique a la investigación histórica sea también capaz de ilustrarlo. Y Pavón era capaz de ver con otros ojos lo que estaba historiando», afirma el comisario de la muestra, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos René Jesús Payo.
«Ahora es el momento para reflexionar sobre su obra desde fuera y reivindicarla», añade, mientras reconoce que su obra no ha envejecido. «La muestra no sigue una secuencia cronológica porque no abandonaba ningún estilo, sino que los iba combinando. Por eso es ahora cuando se puede hacer una retrospectiva en el que si no están todas sus etapas, están las más representativas», apunta el director del Museo de Burgos, Luis Araus. «Hay mucha obra de mi padre desconocida porque abarcó todas las artes y fue un hombre introvertido que no se dedicó a poner en valor su obra», recalca su hijo César.