Lerma se está volcando con la familia afectada por el voraz incendio que se inició hacia las 13:30 horas del lunes y que ha arrasado por completo la vivienda en la que residía, ubicada en la parte superior de un inmueble que también contaba con un almacén de materiales de construcción y un taller. Ayer mismo se iniciaba en la villa una campaña de recogida de ropa y enseres para los damnificados, en una iniciativa que ha partido de toda la comunidad educativa del colegio Pons Sorolla.
La recogida se llevará a cabo en el porche del centro escolar de lunes a viernes, en horario de 9 a 17 horas y sin fecha límite. Se puede llevar ropa de niño y de mujer y hombre joven, así como zapatos, productos de higiene, mantas, menajes y productos de primera necesidad, y juegos y libros a partir de 10 años. Además, desde el colegio se apunta que próximamente se realizará una actividad para recaudar fondos.
Extinguido, pero vigilado. En cuanto a la evolución del incendio, ayer también fue un día complicado, ya que el fuerte viento reavivó por la mañana un foco, al incendiarse la carga de madera de una ventana.
Los bomberos voluntarios de la villa tuvieron que volver con sus mangueras para apagar el fuego y volver a refrescar el inmueble para evitar que se pasara a la zona trasera que se había logrado salvar el lunes gracias a la labor de unos 25 efectivos de los parques de Lerma, Santa María del Campo, Roa y Burgos. De hecho, una dotación de la capital tuvo que volver hacia las 22 horas del lunes para ayudar a los efectivos de la villa, con la escala y refrescar la parte superior del inmueble que seguía ardiendo. Además, se echó una capa de espuma para evitar su propagación, pese a lo cual ayer por la mañana el fuego se reavivó e hizo extremar la vigilancia, además, por el riesgo de derrumbes.
Ya por la tarde, hacia las 19:00 horas, se daba por extinguido el incendio, aunque se dejó una manguera conectada a la boca del polígono industrial por precaución.