Una de las quejas de los vecinos y hosteleros de la zona centro de la capital ribereña por los efectos negativos de la llegada de decenas de miles de festivaleros año tras año es la limpieza de muchas calles tras las jornadas matutinas de conciertos en la plaza del Trigo y alrededores. El Ayuntamiento de Aranda quiere poner remedio y ha organizado un dispositivo reforzado de prevención y recogida. En busca de lo primero, a los baños portátiles con los que ya cuenta este año se van a triplicar, con otros 50 más colocados en lugares estratégicos, lo mismo que los 20 contenedores a mayores de 800 litros de capacidad que «se van a ubicar en puntos esenciales como las paradas del autobús del festival», puntualiza el concejal de Promoción, Juan Manuel Martín.
Para el servicio de limpieza, además de los refuerzos en los turnos de la plantilla, los barrenderos contarán con la ayuda de una máquina autocompactadora que servirá para aligerar las labores de retirada de toda la basura que generan los conciertos matutinos, sobre todo en la plaza del Trigo y calle Isilla. Unas medidas que los hosteleros de la zona ven como un avance. «Sabemos que hay mucha gente por la mañana, pero por la tarde y la noche también tenemos otros clientes y que esté todo limpio rápido es algo que llevamos tiempo pidiendo», recuerda la presidenta de Asohar, Nuria Leal.
En la reunión entre las fuerzas de seguridad, el Ayuntamiento y los hosteleros se recordó la prohibición de sacar barras y altavoces a la calle, aunque la retirada de las terrazas solo será obligatoria en los espacios de mayor concentración de festivaleros. Un encuentro en el que se puso el acento en la colaboración entre todos para que la celebración de Sonorama Ribera en el casco histórico de Aranda se desarrolle sin incidentes y sea compatible con el desarrollo del trabajo de los establecimientos que están ahí todo el año.