Resulta difícil imaginarse al Hereda San Pablo como favorito en una temporada tan complicada como la que está viviendo, pero la realidad es que el equipo burgalés llega a la Final Four de la Copa Intercontinental como el vigente campeón y el rival al que todo el mundo quería evitar. Eso sí, no cabe duda de que para tener opciones de revalidar el título que consiguió en Buenos Aires deberá incrementar su nivel.
Con los clubes de la NBA fuera del torneo, los equipos europeos siempre llegan a la Copa Intercontinental como favoritos. De hecho, han ganado seis de las últimas ocho ediciones disputadas. Sobre el papel, el potencial del baloncesto en el 'Viejo Continente', especialmente en España, es superior al del resto del mundo. No en vano, la ACB está considerada como la segunda mejor liga del planeta por detrás de la NBA.
Ese cartel le da cierto favoritismo a un Hereda San Pablo que necesita darse una alegría después una temporada muy dura tanto en la Liga Endesa como en la Basketball Champions League. Las sensaciones que ha dejado durante los últimos meses no invitan a la esperanza, aunque la calidad de su plantilla y esta última semana de preparación dan motivos para pensar que puede recuperar su nivel. El plantel ha podido afianzar los conceptos del nuevo entrenador y los nuevos fichajes han dispuesto de cierto margen para acoplarse, incluido Tarik Phillip, quien fue el último en llegar y debutará en un partido oficial con los burgaleses el próximo viernes (19.00 hora española) en la semifinal contra el Zamalek egipcio.
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