El área de Licencias ha decidido actuar de urgencia por el peligro de derrumbe en el edificio de la calle San Francisco 137. Fueron los vecinos y viandantes los que alertaron no solo de la situación en la que se encontraba el bloque sino también del vertido de aguas fecales a la vía pública procedentes del patio lateral de la vivienda de la planta baja. 

Los propietarios son los responsables de mantener en buenas condiciones los edificios, pero si hacen caso omiso el Ayuntamiento puede llevar a cabo una ejecución subsidiaria y luego repercutirles el coste. Tras las denuncias, los técnicos del área de Licencias realizaron una visita al inmueble en el que comprobaron la existencia de unas grietas de grandes dimensiones, lo que supone un peligro tanto para los vecinos del edificio colindante (San Francisco 135), al poderse ver arrastrado por el derrumbe incontrolado, como para las personas que transitan por la acera. 

Según los técnicos las fisuras están vivas y siguen aumentando y además se han roto algunos de los testigos de yeso colocados en su día para monitorizar la evolución de las grietas y el asentamiento del edificio, lo que supone «un indicio claro de que existe un peligro de derrumbe inminente si no se toman rápidamente las medidas de apeo para evitarlo».

A este problema se añade la rotura de la red de saneamiento, bien en el propio colector o en la arqueta de la vivienda, lo que hace que se inunde el patio y se produzca un vertido incontrolado de fecales por la calle Camposa hasta la calle San Francisco, precipitándose en cascada hacia la escalinata después de atravesar la acera (...).

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