Carreteras mejorará la seguridad con bandas sonoras

L.M. / Burgos
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Transportes ejecutará guías longitudinales en tramos alternos de la BU-30, la A-62 y la A-1 para evitar posibles distracciones y salidas de la calzada por parte de los conductores

La BU-30 soporta un tráfico intenso de vehículos, especialmente durante los periodos vacacionales. - Foto: Alberto Rodrigo

Los accidentes de tráfico por salida de vía, principalmente motivados por una distracción a cargo del conductor, son unos de los más típicos que se registran. Para tratar de erradicar este tipo de incidentes y mejorar más aún la seguridad en las vías interurbanas, la DirecciónGeneral de Carreteras acaba de aprobar -y adjudicar- un contrato para ejecutar una guía sonora longitudinal fresada en distintas autovías.

El lote que ha asignado a compañía murciana Jaque Vial, valorado en algo más de 31.600 euros, se circunscribe a las carreteras que forman parte del sector BU-01. De este modo, tramos de la BU-30, la A-62 o la A-1 verán reforzada su seguridad. El objetivo de estas huellas sonoras es lograr que, en el caso de que un vehículo se salga de la calzada, éste se percate de ello por el incremento de ruido en el habitáculo del conductor generado por estas bandas y pueda rectificar la trayectoria. Así se evitará tanto el impacto contra las biondas (quitamiedos) como las salidas de la vía en caso de que no existan tales, impidiendo accidentes. El plazo de ejecución será de un mes.

Recientemente el Ministerio de Transportes, a través también de la Dirección General de Carreteras, finalizó otra acción destinada a la mejora de la seguridad vial. En este caso las acciones se llevaron a cabo en la N-120, tanto a la entrada como a la salida de las distintas localidades que atraviesa esta Nacional. El pintado de dos tipos de marcas viales -dientes de dragón y líneas quebradas- tratan de ahuyentar las grandes velocidades a las que algunos conductores entran a los municipios. El objetivo de las primeras es obligar a los vehículos a reducir la marcha de circulación, mientras que las líneas avisan de la aproximación a un paso de peatones. Se basan en un efecto óptico que provoca que el carril por el que se circula parezca mucho más estrecho de lo que es en realidad, lo que incita a aminorar la marcha. Tienen una longitud estándar de 30 metros.

Aunque Transportes acaba de concluir con el pintado de los dientes de dragón y las líneas quebradas en la N-120, desde hace años esta carretera nacional con tantísimo tráfico cuenta con otra herramienta para incrementar al máximo la seguridad vial. Los galones son una especie de flecha marcada en el asfalto que sirven para visualizar la distancia prudencial y mínima que se ha de respetar con el vehículo que va justamente por delante.

En función de la velocidad máxima establecida en la vía, la distancia entre estas marcas puede ser mayor o menor. En el caso de la N-120, limitada a 90 km/h, se encuentran cada 85 metros. Se ubican, entre otros puntos, entre el barrio de Castañares y el cruce con la A-1 y la rotonda del aeropuerto.