Poco importan los kilómetros que haya que recorrer para disfrutar de unos bastones que cada vez están más de moda. La marcha nórdica tiene tirón y así lo demostraba el autobús que ayer llevó a una treintena de segovianos hasta Melgar de Fernamental para participar en el II Open Cajaviva. «Estuvimos también el año pasado, que se hizo por primera vez, y nos gusta mucho esta carrera porque es muy divertida», comentaban Fernando Marqués y Conchi González, a quienes la fuerte lluvia que caía sobre esta localidad de Odra-Pisuerga no les preocupaba para nada.
Desde primera hora de la mañana comenzaban a llegar los participantes de la prueba, que finalmente fueron más de un centenar, y la maquinaria del evento se ponía así en marcha. Tampoco faltó un taller para aquellos principiantes y un entrenamiento general de lo más animado antes de dar el pistoletazo de salida, momento en el que empezó a jarrear. Tocaba mojarse y tirar de chubasqueros, pero el esfuerzo iba a merecer la pena y sabían que al acabar les esperaba la comida en el polideportivo. «Nosotros hemos estado hace tres semanas en Azagra -Navarra-, para mí esto es como una droga, el día que no voy a hacer marcha nórdica me falta algo, entreno todos los días haciendo seis kilómetros como mínimo», explicaba Julio Domingo, que hizo un viaje de algo más de una desde León junto a otros dos colegas. Empezó en esto hace tres años y cree que más personas se unen a medida que se conoce más este deporte. «Te permite estar en forma», aseguraba.
En la cita de ayer había varias modalidades, que incluían a los andarines, la marcha de 5 kilómetros y la carrera de 10 kilómetros. Gerard Gibaja, instructor en Nordika Marcha y uno de los organizadores, resumía que «el circuito de Melgar es muy plano y este terreno de gravilla compactada es ideal; de hecho, hay mucha gente de Palencia y Valladolid que viene aquí a entrenar». Así, pretenden seguir realizando aquí más pruebas porque las «condiciones son ideales» al estar alejado del tráfico. «Y sin montar nada, con la infraestructura que hay ya lo tenemos todo», decía.
En ese mismo sentido, José Vallejo, coordinador deportivo de la zona oeste de la provincia y también organizador del evento, presumía del gran espacio de ocio que disponen en Melgar y las múltiples opciones que eso les permite. «Este año hemos realizado en este circuito dos campeonatos provinciales -escolar y federado- de campo a través, permite hacer muchas actividades», aseguraba el entrenador, que este año ha sido premiado como el mejor del año en la categoría de atletismo de la Gala Provincial del Deporte Burgalés. Además, valora que las instalaciones que poseen permiten también que haya mucha vida todos los fines de semana. «En nuestros campos de fútbol tenemos cuatro equipos de Diputación jugando esta temporada y entre las próximas actividades que realizaremos aquí se encuentran la final de fútbol 7 escolar, varias carreras, un maratón de fútbol sala o torneos de pádel», avanza.
Sobre la marcha nórdica, Gibaja reconocía que en los últimos tiempos ha ganado bastante fama y cada vez se anima más gente a participar. «Hace unos años se veía ridículo cuando alguien iba por un parque con unos bastones, te decían que no estaba nevando para usarlo, pero en los últimos dos o tres años hemos conseguido que la gente se anime a dar el paso de probar y que compruebe que tiene sentido», manifestaba el instructor, que además mencionaba que entre las numerosas ventajas que tiene se encuentra el hecho de trabaja la parte superior del cuerpo y que se convierte una simple caminata en un deporte que resulta el doble de efectivo. «Se activa más musculatura, también la coordinación, la flexibilidad y la resistencia», aseguraba, mientras lo recomendaba también para aquellos que quieran empezar a hacer algo de ejercicio.
Mónica Conde y Álvaro Cuesta acudieron desde la capital burgalesa y destacaban que este tipo de actividades permiten socializar mucho y conocer a nuevas personas. «Yo lo descubrí hace cinco años y lo hice con la Asociación contra el Cáncer, hace un par de años lo retomé y mola», comentaba ella. «Al final haces algo de deporte donde el cuerpo sufre poco y mueves muchos músculos del cuerpo, además es al aire libre, sin encerrarte en un gimnasio», confesaba él. Estas caminatas se seguirán extendiendo por toda la provincia burgalesa, ya que la intención del Instituto para el Deporte y la Juventud y de la Fundación Caja Rural Burgos pasa por llevarlas a 28 pueblos este año.