La implantación de las unidades de distrito de la Policía Local no ha sido tan plena como en un principio pretendían los mandos. La idea inicial era que hubiera por turno tres patrullas en cada zona, una a pie, otra en coche y otra en moto. Pero los ciclomotores están prácticamente inutilizados por falta de equipamiento. A corto plazo no parece que puedan estar operativos, pues el presupuesto no contempla una partida demasiado elevada para medio y vehículos. Y eso que la flota, también la de coches, está muy envejecida. 

El cuerpo municipal cuenta con 13 motocicletas, algunas de ellas de cierta antigüedad, pero a priori están todas en muy buen estado. Por número serían más que suficientes para dar servicio en los distritos. El problema es que no hay cascos ni equipaciones especiales para poder pilotarlas. La situación no es nueva, llevan así desde al menos cuatro años. La cosa va para largo, pues los presupuestos no contemplan ninguna partida que solvente estas carencias. 

Tampoco la de vehículos, a pesar de que la flota lleva tiempo pidiendo a gritos una renovación. Los últimos se adquirieron en 2020, pero no terminan de convencer a los funcionarios. Se trata de los chinos DFSK 580 de gasolina o GLP, que a priori daban unas prestaciones muy buenas, pero que muy pronto se vieron insuficientes. Según fuentes de la Policía Local, no son potentes y muy poco funcionales para el uso diario. En las cuentas municipales hay 60.000 euros previstos para la adquisición de coches. «Da para uno y medio», lamentan en la avenida de Cantabria. 

El malestar por la falta de inversión en el cuerpo municipal es generalizado. Hace unos días, el Sindicato Profesional de Policías Municipales (SPPM) denunció la falta de inversión en vestuario, muy deteriorado tras muchos años sin renovación. El colectivo calificó de «muy escasa» la partida de 125.000 euros prevista.