El Santiago Apóstol lanzó un SOS por la delicada situación que sufría en Digestivo. La llamada la dirigió a su centro de referencia, el HUBU, donde denegaron la petición de ayuda a Miranda. Así justifican en el hospital comarcal la externalización de este servicio, una medida con la que tratan de revertir el crecimiento de las listas de espera. Desde la gerencia, reconocen que tener un solo profesional desde enero ha causado un claro efecto negativo sobre los pacientes. Hay más de 600 pendientes de una endoscopia y la demora para esta prueba alcanza el año. En las consultas, el tiempo medio para la primera visita asciende a 104 días, cuando en marzo de 2023 tan solo había que contar 44.
Por si fuera poco, en Miranda observaban con preocupación «la imposibilidad de asumir los plazos requeridos para el screening de cáncer colorrectal». Este medio ya relató en mayo el testimonio de un mirandés que dio positivo y contaba diez meses sin tener una cita. A esto, el centro comarcal añadió otro argumento para que el Sacyl permitiera la contratación externa del servicio, porque al ampliarse el rango de edad para este tipo de exámenes preventivos, el volumen de la carga de trabajo aumentaría, lo que complicaría todavía más su déficit de personal.
En el documento justificativo para contratar consultas y endoscopias, el Santiago Apóstol también lamenta que la ayuda de otros hospitales «no ha tenido apenas impacto». Ese refuerzo insuficiente lo recibían desde el Río Hortega de Valladolid y con todo esto desde Miranda se llegó a definir la situación como «insostenible», motivo por el cual se alertaba que podía derivar en «una baja por parte de la facultativa que atiende el servicio».
Según los datos actualizados del segundo semestre de este año, el servicio sanitario de Castilla y León reconoce que hay 221 pacientes pendientes de acudir a una primera consulta de Digestivo en el Santiago Apóstol. Esta cifra empeora la de marzo cuando había 211 y la tendencia negativa también se percibe con el tiempo medio de espera. En la primera estadística de 2024, el Sacyl indicaba que la demora quedaba en los 98 días, por los 104 actuales.
Más dinero. La gravedad obligó a actuar rápido a la Gerencia de Atención Especializada de Miranda. Primero emitió un contrato menor para derivar las consultas externas y pruebas endoscopias al exterior. Se formalizó el 13 de junio y un mes después los primeros pacientes empezaron a llegar al San Juan de Dios, con el que se firmó la relación a cambio de 29.873 euros. Desde Sanidad se explica que esta vía se articuló para «acortar los tiempos y empezar con la atención cuanto antes».
Para ampliar la partida, la gerencia ha abierto otra licitación con un presupuesto base de 139.874 euros. Esto se ve «como un refuerzo ya previsto», aunque ahora tendrá que seguirse el procedimiento y el primer plazo expira el 16 de agosto, último día para recibir ofertas, en un proceso en el que se espera que concurse el San Juan de Dios. En las condiciones, se establece como base la atención a mil personas, aunque tras formalizar el contrato menor desde Sanidad se indicó que la previsión era llegar a las 2.000. Eso se puede hacer porque en los pliegos se establece un precio unitario, de forma que cada consulta costará 217,51 euros, las endoscopias 106,75, mientras que las colonoscopias tendrán el coste más elevado con 224 euros.