Curro Segura es el hombre elegido por el Hereda San Pablo para enderezar el rumbo camino de la Liga Endesa. Sus ascensos a la ACB con el Menorca, el Zaragoza y el Real Betis avalan su fichaje, así como su dilatada experiencia en los banquillos. El técnico granadino estaba esperando un proyecto que le convenciera y, cuando recibió la llamada desde Burgos, no se lo pensó. Cogió un vuelo desde Atenas, donde se quedó viviendo junto a su familia tras entrenar al AEK, y aceptó el desafío de devolver al San Pablo a la élite. 

¿Cómo se fragua su fichaje?
De un día para otro. Todo se desencadena después del partido contra el Palencia. Ahí recibo una llamada, al día siguiente tengo la oferta y al siguiente contesto. Una vez que decidieron que Paco Olmos no iba a continuar todo se sucedió muy rápido.

La temporada pasada también llegó a mitad de curso al AEK de Atenas, ¿cómo es aterrizar en un equipo una vez empezada la campaña y sin haber realizado la configuración de la plantilla?
También me pasó en Zaragoza y es diferente porque el margen de maniobra no es el que uno tiene en verano, cuando haces el equipo a tu estilo. Al estar en plena competición no da mucho tiempo a modificar cosas y el cambio tiene que ser mucho más progresivo. Además, el impacto para los jugadores es mayor porque llevan muchos meses haciendo unas cosas. No es fácil, pero es un reto que asumí con optimismo y con toda la ilusión porque creo que hay potencial.

¿Se esperaba esa llamada de un equipo 'top' de la LEB Oro o de la ACB?
Estaba esperando una oportunidad interesante sin importar el país. Más allá de la liga, la idea era que fuera un proyecto interesante y potente; Burgos lo es. Se pueden hacer bien las cosas aquí.  Más que venir a LEB Oro es que vengo a Burgos. 

En la presentación dijo que ya sabía que no había problemas graves en el vestuario, algo que a veces ocurre cuando las dinámicas son negativas, ¿suele preguntar un entrenador por eso antes de firmar?
Se pregunta todo, se sabe todo, se intuye todo. En este caso, la información es que no había graves problemas de vestuario.

Hace menos de un año el San Pablo estaba en Egipto peleando por su segunda Copa Intercontinental y ha logrado grandes éxitos en los últimos cursos, el caviar al que usted se refería, ¿cree que esa presión de ser un equipo 'grande' dentro de la liga y tener la 'obligación' de ascender está pesando a la plantilla?
El éxito es efímero. El Manresa también jugó en la LEB después de haber ganado la ACB. Hay que asumirlo y conocer la realidad del club. Esa realidad es que ahora estamos en LEBOro y hay que ganar a los equipos de esta liga. No se puede vivir del pasado; porque se ganara una Champions o una Intercontinental no se le va a ganar al Palencia o al Estudiantes. Esos éxitos de atrás no te suman nada para vencer a los rivales que tienes ahora enfrente.

(Entrevista completa, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)