El barrio de Capiscol se sometió a una profunda remodelación en el anterior mandato con una inversión de 2 millones de euros que llegó a las calles Real, Molino Salinas y el entorno del polideportivo Carlos Serna. Sin embargo, los primeros números de la calle Villafranca siguen sin urbanizar cuando sí lo está el resto de la vía. Los vecinos urgen una solución debido a que está plagada de baches y cuando llueve se llena de charcos, lo que hace el tránsito muy complicado.
La zona forma parte de una actuación urbanística que nunca se ha ejecutado y está presidida por unas construcciones en ruinas cuya fachada principal da a la calle Cascajera y hay un acceso a garajes. Se la da circunstancia que confluye con la calle Bordón que sí luce asfaltada e incluso tiene una señal de vía peatonal. Es muy utilizada como aparcamiento, de modo que los peatones no solo tienen que estar atentos a no caerse en alguno de los socavones sino también esquivar los coches aparcados y los que salen de los garajes de los edificios cercanos. «Es una zona muy deteriorada, sin asfaltar y que no tiene iluminación. Los vecinos la usan para atajar si van hacia la avenida del Arlanzón», indicó el tesorero del Consejo del Barrio de Capiscol, José Luis Gómez, que recuerda la fallida intervención urbanística para reordenar la zona.
No es la primera vez que se reclama una solución aunque sea temporal para este entorno. De hecho en 2009 la Asociación Bulevar XXI ya remitió un escrito a la entonces Gerencia de Fomento, Licencias y Servicios reclamando una intervención. «Es una zona degradada y cochambrosa», rezaba el escrito, al tiempo que se solicitaban al Ayuntamiento «medidas correctoras hasta que se resuelva el expediente».
La vía es muy utilizada para llegar desde este barrio hasta la avenida Arlanzón pero está impracticable y se han producido algunas caídas. - Foto: ValdivielsoEl tiempo ha pasado y la situación lejos de mejorar ha empeorado hasta el punto de convertirse en un punto negro, dado que el otro lado de la calle Cascajera se reurbanizó coincidiendo con la construcción de las viviendas en el antiguo cuartel del Dos de Mayo. Se ampliaron las aceras y se ganaron plazas de aparcamiento frente al polideportivo El Plantío y las piscinas de verano.
En los días de partido de baloncesto o de fútbol son muchos los vehículos que se aparcan en la zona y a diario los residentes en Capiscol usan este pasado hacia la calle Bordón para llegar a la avenida de Castilla y León. «Necesitamos que arreglen esta zona. Somos muchas las personas que usamos ese tramo para llegar a Fuentes Blancas y pedimos que lo adecenten o al menos echen un poco de gravilla», aseguró Fidela, vecina de Capiscol que todos los días pasea con su marido y una amiga rumbo a este parque.
En este sentido, recuerda que en las inmediaciones hay un parque infantil al que acuden residentes de uno y otro lado y la zona está mal iluminada, de modo que se corre el riesgo de dar un traspié y caerse. Además, la calle Villafranca comienza en callejón flanqueado por dos muros, el de la Deportiva y el de una propiedad privada que está en venta. Es un tramo de 5 metros por el que transitan a diario cientos de personas para acudir a un supermercado o como atajo para llegar al polideportivo desde Fuentes Blancas y que por la noche da sensación de inseguridad.