Un año y medio ha costado alcanzar un acuerdo entre M&C Bakery Briviesca -de Morato Pane- y los trabajadores. Tras 18 reuniones y largas negociaciones durante 18 meses, finalmente la empresa ha logrado pactar, sellar y firmar el nuevo convenio colectivo con una vigencia de tres años (2023, 2024 y 2025)), el anterior caducó el 31 de diciembre de 2022. Entre los puntos pactados destacan la subida salarial, un nuevo turno de trabajo y la reducción de la jornada laboral 16 horas anuales.
La rúbrica se realizó ayer a primera hora de la mañana con el apoyo de «cuatro de los cinco grupos sindicales con representación en la compañía», declara a este periódico Boris Fort, general manager de Morato Iberia and MC Bakery. Asegura sentirse «satisfecho», al igual que Ramón Martínez, director de Recursos Humanos, pero reconoce que le hubiera «gustado tener todas las firmas sobre el papel».
El documento contempla un incremento del salario de un 4,6% en 2023, el 1% vinculado al IPC para 2024 y un 1,5%+IPC en el año 2025. Asimismo, ambas partes han acordado la implantación de un nuevo sistema de turno rotativo -de mañana y tarde- que se «traduce en trabajar cinco días seguidos incluyendo los sábados y se librará, depende semanas, uno, dos o tres», expone Fort. Las noches se «mantienen fijas», añade.
Otro de los pactos tiene que ver con las horas anuales de trabajo, que hasta ahora los empleados cumplían 1.760. Han recortado 16, por lo que ahora se realizarán 1744. La empresa también se compromete a llevar a cabo una clasificación profesional con la finalidad de que «todo el mundo, especialmente personal de estructura, tenga una categoría acorde a sus funciones», comenta el general manager, algo que hasta ahora preveían.
Durante las últimas semanas los encuentros entre el comité y la empresa se han centrado en «temas más operativos del día a día», aclaran los dos representantes de Morato. Ambos aterrizaron en Briviesca en febrero -Boris Fort el día 1 y Ramón Martínez el 26- y reconocen que se encontraron con «ciertos problemas que se han ido solucionando». Consideran que la planta «funciona bien» con el acuerdo existente con Mercadona. «Trabajamos muy bien con ellos y la idea es seguir su crecimiento. Nosotros también lo hacemos, tanto a nivel de volumen como de facturación», aclaran.
A pesar de que el 'gigante' sea el cliente principal de la empresa briviescana, la intención de la compañía es «incrementar la cartera porque en la fábrica hay una parte de capacidad que podemos utilizar para otros compradores», declara el director de Recursos Humanos.
Actualmente operan ocho líneas de producción y las previsiones no barajan cerrar ninguna. A su vez, Morato cuenta con un equipo de desarrollo de productos que propone «ideas sobre el surtido y fabricación en línea según el deseo del consumidor». En los últimos meses se han llevado a cabo varias contrataciones ya que durante los once años que perduró el ERTE no hubo ninguna, y se ha jubilado una mínima parte del personal. Si bien, «no hay un crecimiento en términos de plantilla», explica Martínez.
La compañía ha presentado un plan de inversión que contempla actuaciones de mejora en las instalaciones «ahora y en los próximos años» para garantizar el trabajo no solo a corto plazo, sino también con la mirada puesta en el futuro de la empresa con más empleados de la ciudad, en total 350.