La nueva fábrica de Florbú exportará a los cinco continentes

G. ARCE / Burgos
-

El objetivo de la galletera familiar es que la factoría, en la que están invirtiendo 20 millones de euros y que creará una veintena de empleos en una primera fase, arranque su actividad en enero de 2026

Ángel Juan Pérez explica los detalles de la nueva factoría de Florbú sobre una ilustración digital. - Foto: Ramis

La Flor Burgalesa (Florbú) está inmersa en el proyecto más ambicioso de sus 77 años de historia. La empresa de la familia Pérez afronta la ejecución de una inversión de 20 millones de euros para ampliar sus instalaciones en el polígono de Villalonquéjar con una nueva fábrica aledaña a la actual, que le consolidará y reforzará como la tercera mayor galletera de España de capital nacional.
El objetivo es que la nueva planta entre en funcionamiento en enero del próximo año y que en una primera fase genere en torno a 20 puestos de trabajo, que se sumarán a los 180 con los que cuenta Florbu en la actualidad.

El esfuerzo, al que se suman otros 3 millones en inversiones previstas en la planta activa, coincide en un momento dulce para la compañía, que no solo se sitúa entre las diez empresas (la novena) de gran consumo en España con mayor incremento de penetración de sus productos en los hogares españoles, sino que pronto podrá presumir de vender en los cinco continentes, con su inminente desembarco en Australia. 

Florbú cerró el pasado año con una facturación de 41 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14% con respecto al año precedente y duplicar los números en cuatro años. Ha dado el salto del pequeño comercio de proximidad  a las grandes cadenas de distribución nacional, a la fabricación para terceros, para la hostelería, entre otros. A ello suma clientes en más de 40 países. 

El proyecto de ampliación cuaja toda esta evolución, aunque no es nuevo. Nació en febrero de 2020 y ha sufrido cambios y adaptaciones a las circunstancias de cada momento, que no han sido pocas y complejas. Ángel Juan Pérez, consejero delegado de la firma, recuerda que tres días antes del decreto que obligó al confinamiento por la pandemia, la galletera se hizo con dos parcelas que nacen en la parte trasera de sus actuales instalaciones en Villalonquéjar y que conectan con la calle Merindad de Castilla, perpendicular a la calle López Bravo. Hubo que esperar a la reapertura de las notarías para escriturar el segundo terreno.

Sobre ese espacio se diseñó un primer proyecto que sufrió un nuevo parón por la crisis desatada tras la guerra de Ucrania en marzo de 2022. La invasión rusa afectó de lleno al precio de los aceites vegetales de girasol y los cereales (materias primas básicas) y, muy especialmente, a la energía, el gas natural del que Florbú es usuario intensivo para la elaboración de sus productos.

Ante ese escenario de gran incertidumbre se llegó a valorar la compra de otras empresas en vez de ampliar instalaciones, alternativa que en junio de 2024 se descartó, apostando definitivamente por la ejecución del proyecto 'Florbú 3' y con la idea de estar produciendo en la nueva planta con normalidad para junio de 2026.

(Más información, en la edición impresa de este domingo de Diario de Burgos o aquí)