Se enfrenta a 4 años de cárcel por una estafa con vino

F.L.D. / Burgos
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El acusado, A.A.A., junto con su mujer y otro compinche, hacía grandes pedidos (hasta 120.000 euros) que pagaba con pagarés sin fondos a nombre de empresas pantalla

Imagen de archivo de una bodega moderna de la Ribera del Duero.

Las bodegas de vino suelen ser objetivo del llamado timo del nazareno. Una estafa que consiste en el encargo al por mayor de género por parte de empresas fantasma. Una empresa burgalesa fue víctima de este engaño hace tres años y los presuntos responsables de la trama, dos hombres y dos mujeres, se sentarán el próximo otoño en el banquillo de la Audiencia Provincial acusados de varios delitos de estafa por los que el Ministerio Fiscal pide penas de entre uno y cuatro años de cárcel.

Según el escrito de la acusación pública, los presuntos cabecillas de este grupo, A.A.A. y su esposa F.A.S., urdieron un plan para hacerse con grandes cantidades de vino que pretendían vender a comerciales y distribuidores. Para ello, se acercaban a productores y almacenes para acordar compras  al por mayor que pagaban a precio aplazado a través de empresas que carecían de patrimonio, que estaban controladas por ellos, pero que tenían a nombre de testaferros.

A finales de 2018, A.A.A. contactó con el responsable de una bodega burgalesa y le propuso un contrato de suministro de vino para exportar a Rumanía con un volumen de 300.000 botellas en un año. Esto se concretó en un contrato entre dicho almacén y una empresa con sede en Rumanía administrada por su mujer, también procesada. Según el fiscal, el propósito era «ganarse la confianza» del bodeguero, pues no se llegó a formalizar pedido alguno.

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