La última juerga diurna, o la penúltima, que nunca se sabe, del Sonorama Ribera se ha vivido en el escenario Charco Diario de Burgos esta tarde, cuando pasadas las 16 horas han comenzado a sonar los ritmos pegadizos y los instrumenros de viento de La Regadera. La banda de Miranda de Ebro ha atraído a miles de personas al Parque de la Isla, nada fácil un domingo y con las fuerzas tan justitas después de la maratón de música y actividades que comenzó el miércoles.
Además de los fieles del grupo y del escenario, que les ha permitido evitar las aglomeraciones del centro, a su concierto se ha ido sumando público que llegaba de la Plaza del Trigo, una vez concluido el concierto de Amaral, y que aprovechaba el césped para comerse el bocata que había comprado por el camino o pedir allí mismo una hamburguesa y una bebida sin colas.