Aymerich destapa restos usados por los sapiens de Atapuerca

DB / Burgos
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Este yacimiento es uno de los pocos registros de asentamiento del Paleolítico superior en la sierra burgalesa

El yacimiento Aymerich, en la base militar de Castrillo del Val, destapa lascas y láminas de sílex usadas por los primeros Homo sapiens de la sierra de Atapuerca.

Un equipo de ocho expertos de la Universidad de Burgos, el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y el Museo de la Evolución Humana (MEH) obtuvieron, durante los trabajos en una extensión de seis metros cuadrados del yacimiento 'Aymerich', 1.700 restos líticos que pertenecen al único nivel arqueológico del Paleolítico superior. Entre estos hallazgos se incluían lascas y láminas de sílex utilizadas por los primeros Homo sapiens para diversas actividades cotidianas, como la caza y la recolección.

En un comunicado, la Fundación Atapuerca pone en valor los "importantes descubrimientos" de esta campaña de excavaciones en los yacimientos ubicados en las localidades de Atapuerca, Ibeas de Juarros y la base militar 'Cid Campeador' en Castrillo del Val. Hacen así especial hincapié en este "descubrimiento significativo" en el yacimiento 'Aymerich', situado dentro de la base militar, y que recibe su nombre en honor a Vicente de Aymerich Cabrera, quien fue coronel en la base hasta finales de 2010.

Este yacimiento, junto con Valdeprovedo, es uno de los pocos registros de asentamientos del Paleolítico superior en la sierra, arrojando luz sobre la presencia de los primeros Homo sapiens en la región. Se encuentra en un depósito de arroyada en la ladera norte del valle del Arlanzón, y desde allí se puede observar la vega del río y destaca por un estrato con grandes bloques de sílex, que fueron una fuente importante de materia prima para las poblaciones paleolíticas.

La colaboración con el Ejército Español, que se remonta a las primeras excavaciones en 1978, ha sido estos años "fundamental", tal y como afirman desde la Fundación, y no solo en términos de seguridad y logística, sino también en la preservación del entorno. Recuerdan así que el Ejército ha proporcionado materiales esenciales y contribuido a la protección de los yacimientos. Además, en 2014, a iniciativa del vicepresidente de la Fundación Atapuerca y codirector del proyecto Atapuerca, Eudald Carbonell, se estableció un acuerdo entre la Base Militar 'Cid Campeador' y la Fundación Atapuerca para la recuperación de las fuentes naturales de la sierra. Este proyecto permitió la limpieza y catalogación de más de 25 fuentes, doce de las cuales se encuentran dentro del campo de maniobras de la base.

Los análisis de laboratorio de los materiales encontrados durante esta campaña en 'Aymerich' se llevarán a cabo en la Universidad de Burgos, donde se ha estudiado la prehistoria de la sierra de Atapuerca durante décadas, tal y como recoge la Fundación Atapuerca en un comunicado, donde resalta la relación "cercana y constante" con el Ejército, "clave" para permitir el acceso y la investigación en zonas restringidas, asegurando la continuidad y protección de estos valiosos trabajos arqueológicos.

La campaña número 46 en la sierra de Atapuerca, dirigida por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, finalizó el pasado 26 de julio. Durante un mes y medio, más de 300 investigadoras e investigadores de 21 países participaron en once yacimientos en la sierra de Atapuerca. Estas campañas están se llevan a cabo gracias a la financiación de la Junta de Castilla y León y la Fundación Atapuerca.