Los Braseros compra el Palacio de Huérmeces para hacer eventos

R.E. MAESTRO / Huérmeces
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La cadena hotelera ya redecora este edificio, que pertenecía a la empresa Fénix Conservación, y realizará reformas para tener capilla, discoteca y zona de chill out

Roberto Marijuán, propietario del grupo Los Braseros, en el salón principal del Palacio de Huérmeces, que cuenta con espacio para 250 invitados. Además, tiene cocina propia para elaborar los menús. - Foto: Luis López Araico

Las bodas y los eventos de las empresas avanzan hacia un nuevo modelo que busca alejarse de lo habitual y que trata de diferenciarse con propuestas de lo más novedosas para conseguir sorprender a los invitados. Desde Los Braseros tienen claro este concepto y por ello han decidido comprar el Palacio de los Arriaga-Salamanca, ubicado en Huérmeces, con el objetivo de ofrecer un exclusivo servicio a los clientes en pleno medio rural y a solo media hora de la capital burgalesa.

Este conjunto histórico pertenecía a Óscar García, director de la empresa Fénix Conservación, ya que instaló aquí su taller de conservación y restauración de pinturas y esculturas. Además, había cedido el uso de una parte a la cadena hotelera NH para la celebración de eventos de forma puntual. Ahora ha decidido venderlo por completo y desde Los Braseros han apostado por ampliar su negocio con este nuevo espacio. Ya se ha empezado a trabajar en el decorado de algunas salas y a reformar otras zonas puesto que ahora se dedicará en su totalidad a los invitados que acudan a los eventos.

La finca cuenta con unos 10.000 metros cuadrados y se encuentra en perfectas condiciones de conservación, aunque necesita algunas adaptaciones para ajustarse a los servicios que ahora se van a dar. «Cuando vine a verlo me enamoré del sitio, es un lugar precioso y ofrece una paz y tranquilidad que no encuentras en otros lugares. Tiene múltiples posibilidades para bodas, banquetes y eventos», expone Roberto Marijuán, propietario de la cadena Los Braseros.

La entrada al Palacio se ha redecorado con sus propios muebles, sillas y cuadros. Así se ha logrado mantener ese toque histórico, todo ello al calor de una amplia estufa de leña abierta. Mientras, la zona destinada a biblioteca se ha renovado con amplias butacas y sofás  con el fin de que los novios puedan estar antes de la celebración o para que se cambien de ropa.

El salón principal tiene capacidad para acoger a un total de 250 invitados y, aunque anteriormente ya se empleaba para este uso al tenerlo alquilado el NH, los nuevos propietarios  ya han colocado sus mesas circulares, sus sillas transparentes y negras y relojes antiguos y grandes espejos en la pared. En este amplio comedor también destacan las amplias ventanas de madera y un balcón que permite disfrutar de la naturaleza y de una panorámica del pueblo. Además, posee cocinas propias para poder elaborar allí todo el menú.

El proyecto de Los Braseros incluye algunas reformas de importancia con respecto a lo que había. En un almacén se han iniciado las obras -bajando el suelo para ganar altura- con el fin de construir una capilla para que las parejas también tengan posibilidad de hacer bodas religiosas y no solo civiles. Mientras, en el espacio que utilizaba como taller la empresa dedicada a la restauración del patrimonio artístico se ha empezado a ejecutar una discoteca o zona de cóctel. En este último punto ya se ha colocado el suelo y también el techo para insonorizar la sala.

(Más información y fotografías, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)