El área de Vías Públicas del Ayuntamiento de Burgos ha llegado a la conclusión de que la única solución posible para acabar con los problemas en la junta de dilatación del puente de Capiscol, que debido a su deterioro obligó hace ya medio año a eliminar un carril de la circulación (en sentido Gamonal), pasa por sustituirla por completo. Los apaños que se han realizado en varias ocasiones no evitan que reaparezcan los contratiempos y lo que toca es atajar el problema de raíz. Eso sí, la solución tardará aún en llegar ya que el crédito para esta inversión, valorada en 150.000 euros, está supeditado a la obtención de ingresos por la venta de Patrimonio Municipal del Suelo (PMS).
Habida cuenta de que el éxito de estas enajenaciones apunta a nulo ya que se ha convertido en una herramienta que utilizan todos los gobiernos municipales (independientemente del signo político) para que las cuentas que presentan a la opinión pública no se vean mermadas en el capítulo de inversiones, la disposición de crédito para esta obra parece que tendrá que esperar a la aprobación de una modificación presupuestaria que en el mejor de los casos no estará operativa hasta abril o mayo. Será a partir de ese momento, y no antes, cuando se podrá adjudicar la intervención y comenzar a ejecutarse. Eso, en el mejor de los supuestos, que supondría que en el área de Vías Públicas pisen el acelerador para realizar una tramitación anticipada y ganar tiempo durante estos meses.
El peor escenario se daría en el caso de que no se avance en el procedimiento durante este invierno y no se entre a fondo en esta faena hasta primavera o verano. Esto se traduciría en la ausencia de este carril durante varios meses más y en la posibilidad en que se acreciente el deterioro de la junta de dilatación. El que por otra parte, ya sienten quienes circulan por este tramo del bulevar que conecta con el barrio de Gamonal. Aún podría llegar a darse el caso de que no se adjudiquen los trabajos antes del 31 de diciembre, pero parece complicado que la gestión de esta inversión pueda torcerse hasta ese punto.
Al parecer, el problema en el puente obedece a que la junta de dilatación es pequeña y con el paso de los vehículos y las dilataciones propias de la infraestructura deriva en fisuras que luego dan lugar a socavones. Los defectos, según se ha asegurado siempre, no afectan en ningún caso a la estructura del puente ni ha conllevado, al menos que se sepa, problemas para el tráfico o accidentes. Los problemas han aumentado al incrementarse el tránsito de vehículos que optan por este trayecto para llegar a Gamonal desde la zona oeste o al polígono industrial de Burgos Este.