La inversión internacional gana peso en la economía de Miranda

ARSENIO BESGA / Miranda de Ebro
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La entrada de capital belga en Aciturri y estadounidense en Alba-Macrel son movimientos recientes que se suman a las llegadas de empresas asiáticas, americanas y sobre todo europeas, como Van Overveld

La empresa estadounidense Canopy Brands ha invertido en la planta de Alba-Macrel y ha evitado su cierre. - Foto: A.B.

Durante décadas el tejido industrial de Miranda se ha sostenido gracias a firmas creadas por emprendedores locales o por empresas españolas que creaban filiales en su término municipal. También hubo casos de inversiones internacionales hace bastantes años, como cuando entró capital italiano en Montefibre, británico en Azucarera y sueco en la extinta Rottneros, o cuando el grupo francés Saint-Gobain abrió su sede en Bayas y unos promotores noruegos impulsaron Hydro.  Pero este último tipo de movimientos eran los menos. Ahora bien, a lo largo de los años más recientes ha habido un cambio de tendencia y las operaciones de marcas extranjeras en la ciudad del Ebro han ganado peso.

El último caso ha sido el de la empresa belga Sonaca, que ha invertido en Aciturri y ha adquirido el 51% de su división de aeroestructuras, algo que favorecerá el crecimiento de esta firma nacida en Miranda. Recientemente también se ha dado una operación de inversión internacional en la planta de Alba-Macrel, la entidad especializada en fabricar maquinaria para construcción que tiene su sede en el polígono de Bayas. Esta industria se encontraba al borde del cierre, pero la compañía estadounidense Canopy Brands la ha adquirido y por ahora ha garantizado su viabilidad.

Además de movimientos de firmas de fuera de España que han apostado por empresas ya asentadas en la ciudad del Ebro, en los ejercicios más recientes también se han registrado varias inversiones para crear nuevas plantas desde cero con capital que llegaba de lugares tan dispares como Asia, América o Europa. Los proyectos desarrollados por marcas nacidas en la Unión se alzan como los más numerosos entre este tipo de operaciones. Buenos ejemplos de ello se encuentran con la firma holandesa Van Overveld, la alemana Aldi, la francesa Olano, la danesa Niels Pagh Logistics o el grupo portugués Mondego. A estas se suma otro proyecto con matriz en el viejo continente, Stef, que adquirió en 2019 una parcela de 17.000 metros cuadrados en el polígono de Las Californias, pero todavía no ha construido sus instalaciones.

Algo similar ocurre con Neelam, la compañía india que hace seis años compró en el polígono de Ircio 4.000 metros cuadrados para levantar un centro especializado en el tratamiento de aguas industriales y la fabricación de fertilizantes. Pese a que esta inversión extranjera aún no se ha llegado a materializar, parece que cada vez va cogiendo más forma, ya que a finales de 2024 logró las licencias del Ayuntamiento. Más asentada está la iniciativa, también asiática, del grupo chino Hutchison Port, que a través de su marca Synergy opera de la mano de la Terminal de Contenedores Miranda.

De la misma manera, la empresa nacida en Estados Unidos, Panattoni, ha dado forma a su proyecto en el municipio del norte de Burgos. Al menos a su primera fase. Esta promotora inmo-logística ha creado el polígono industrial de Ircio un macrocomplejo que cuenta con una parcela de 284.000 metros cuadrados y que llegará a tener unas instalaciones de 113.000 metros cuando complete todos los apartados de las obras planteados en un principio. Allí podrán ubicarse hasta ocho inquilinos o uno solo, aunque para eso deben cerrarse las operaciones que se están tramitando en la actualidad. Ese paso ya se ha recorrido en otras iniciativas llegadas desde el otro lado del charco, como la de Transluca. Esta entidad peruana, especializada en el mundo del transporte, compró suelo en Ircio en 2020 y hace apenas unos meses presentó su plan definitivo en el Consistorio, por lo que debería hacerse realidad en no mucho tiempo.