La renovación deberá esperar al menos otros cuatro años. Aunque había anunciado su intención de abandonar la política ribereña y retirarse a su ‘palacio de invierno’ todo indica que, salvo sorpresa de última hora, Ángel Guerra optará la reelección como presidente comarcal del Partido Popular en el congreso convocado para el próximo 10 de noviembre. Una cita que abrirá el proceso de comicios comarcales de la formación conservadora tras el congreso provincial del pasado mes de junio en el que César Rico reeditó la presidencia.
Ángel Guerra -que tras ceder el testigo como candidato a la Alcaldía de Aranda en favor de Raquel González se garantizó su designación como diputado provincial saliendo elegido concejal de Oquillas-, no quiere confirmar aún nada a poco menos de un mes vista del congreso, pero lo cierto es que no descarta con rotundidad que se vaya a presentar para continuar en el cargo después de cuatro mandatos consecutivos al frente de un partido que constituye la principal fuerza política en la zona. «Vamos a ver cómo se desarrollan las circunstancias. Es lo más probable, pero todavía no hay nada decidido.Lo digo en serio», manifiesta a DB.
Otro de los factores que invitan a pensar a que Ángel Guerra dará sin ningún tipo de duda ese paso adelante es que reconoce sentirse «empujado» por un buen número de afiliados, principalmente alcaldes y concejales, a continuar en la brecha durante otros cuatro años.
«La verdad es que la inmensa mayoría de la gente del partido quiere que me presente y siga dirigiendo el partido en la Ribera y lo estoy pensando, pero bueno...Todavía como queda un mes prácticamente hay tiempo para pensar y para hablar», argumenta.
Un ‘lobby’ que, por indicación suya o no, él desde luego lo niega, ya ha comenzado a recoger avales y firmas para garantizar cuanto antes que se obtiene el apoyo del 30% de los afiliados al partido. Una ‘masa’ que supera las 400 personas, si bien no se ha facilitado el dato de los que están al corriente del pago de las cuotas y lo que motivó que en el anterior congreso de marzo de 2009 solo 250 estuviera llamados a las urnas.
«Yo no estoy recogiendo avales y firmas. Una cosa es que la gente quiera avalar y otra que yo esté pidiendo avales. Pero es cierto que la gente que quiere que me presente está recogiendo avales.
Aunque la convocatoria del congreso se abrió ya con la celebración de la última junta directiva mes y medio antes del congreso, en la que se designó el comité organizador y en la que avaló por unanimidad todo el trabajo realizado es estos últimos cuatro años por el PP ribereño, aún no se ha formalizado ninguna candidatura. «Estamos en el proceso normal y corriente», apunta Guerra.
RECAPACITAR AL RETIRADA. Inquirido sobre qué circunstancia debería darse de aquí al 10 de noviembre para no presentarse, responde sin titubear que «ninguna» y confiesa que el respaldo que está encontrando le hace recapacitar sobre su decisión de retirada. «Lógicamente cuando la gente te apoya es una situación diferente. Y el efecto que se ve es que me están empujando a presentarme», apunta.
Como todo capitán que se precie, en tiempos de zozobra política en la que los populares están viéndoselas ante una auténtica galerna social, considera que quizás no es momento de abandonar el barco. «En los momentos difíciles tampoco hay que arrojar la toalla. Y esto no cabe duda que es un momento difícil para el PP a nivel general y a nivel de sensaciones, porque están haciendo unos esfuerzos tremendos a nivel nacional para intentar atajar de alguna manera esta crisis y eso son medidas que no son populares. Por lo tanto son momentos difíciles y es cuando nadie debe retirarse. Es cuando más hay que estar y eso es lo que me hace pensar la situación», justifica que la Ribera para el es «fundamental» ya que en esta zona se ha desarrollado toda una carrera política iniciada hace ya casi cuatro décadas.
En cualquier caso no quiere ni oír hablar de designar un delfín o una sucesora en representación del sector oficialista asegurando que «el partido no nombra herederos». «En los procesos electorales bien hechos, como creemos son los del PP, con toda legitimidad cualquiera puede presentar su candidatura. Y después los afiliados votan y sale o no sale. Esa es la limpieza de un proceso democrático», sostiene.